Los colectivos de mujeres feministas en España rechazaron las muestras de apoyo realizadas por cargos relevantes de Izquierda en el país europeo a «la dictadura asesina de Ortega-Murillo». Por medio de un comunicado emitido este 17 de enero, mostraron su apoyo a las mujeres del movimiento feminista nicaragüense, de quienes recordaron sufren acoso, torturas, encarcelamientos y desaparición.
Las feministas se autodenominaron «absolutamente indignadas» ante la declaración del Partido Comunista de España (PCE) en respaldo al régimen. Además de la presencia en Managua de Ismael Sánchez Castillo, diputado en el parlamento de Andalucía por Unidas Podemos (UP), a la que sería la cuarta toma de posesión de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, en unas elecciones reconocidas como fraudulentas por la amplia mayoría de la comunidad internacional.
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Señalaron la sistémica represión del régimen Ortega-Murillo contra las feministas y «cualquier protesta social» en el país. Asimismo, denunciaron que «las acusaciones son hechas sin pruebas ni juicios con las consiguientes vigilancias y persecuciones, la libertad de movimiento se ve drástica y violentamente reprimida por las milicias parapoliciales a las órdenes del gobierno y los derechos humanos pisoteados».
Destacaron la situación del derecho al aborto en el país como una de las «principales violaciones a los derechos humanos de las mujeres», pues Nicaragua cuenta con una de las leyes más «restrictivas del planeta: desde 2008 la práctica del aborto es ilegal y se penaliza en todas sus formas».
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Las organizaciones feministas del país europeo han denunciado la violencia estatal que padece Nicaragua, «la farsa electoral de la dictadura» que en su momento catalogaron como «una represión en lugar de una elección», pues desencadenó la encarcelación de una gran cantidad de opositores.
A su vez continúan exigiendo la liberación de las presas políticas, las cuales «han sido detenidas arbitrariamente y se encuentran en condiciones abusivas de detención» según han indicado organizaciones como Human Rights Watch.