El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, advirtió este domingo, nueve de enero, que hoy en día «vivimos una carencia alarmante de liderazgo» lo que despeja el camino para que los mentirosos, mediocres y corruptos gobiernen.
«Cuando faltan líderes auténticos y consistentes, llegan al poder los mediocres y los corruptos. Cuando los liderazgos en los que la gente ha confiado defraudan y se corrompen, llegan al poder quienes dominan dividiendo con la mentira e imponiéndose con la violencia», manifestó monseñor Báez en su homilía dominical desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estado Unidos.
Las palabras del obispo católico surgen en un contexto de crisis sociopolítica en Nicaragua, recrudecida desde las protestas sociales de 2018; y a un día de la toma de posesión del dictador Daniel Ortega en la Presidencia de la República, el próximo 10 de enero.
Ortega se alzó con el poder mediante elecciones calificadas de «ilegítimas» por más de 40 países del mundo, tras ilegalizar a la oposición y encarcelar a sus principales adversarios políticos. Al tiempo que los opositores mantienen una misma denuncia contra la dictadura desde distintas organizaciones políticas dispersas.
Monseñor Báez le recordó a los nicaragüenses que «los auténticos líderes no se colocan por encima de la gente, ni son distantes de la gente. No viven sentados en escritorios o vendiendo su imagen en los medios de comunicación, ni tampoco se ponen al lado de grupos privilegiados porque tienen más dinero o son más influyentes».
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Continuó señalando que los verdaderos líderes «siempre dicen la verdad, no se presentan como indispensables ni se creen imprescindibles».
Monseñor Silvio Báez recalcó que «no hay liderazgo sin solidaridad», por tanto, se necesita de líderes «que no busquen sus propios intereses, que amen a la gente y que no se dobleguen ante el dinero o la fama».
«Deben ser como Jesús: humildes y solidarios, abajarse, sentirse pueblo y caminar codo a codo con el pueblo, sin excluir ni privilegiar a nadie. El verdadero líder siente los problemas del pueblo, sabe interpretar sus anhelos, está a su lado, camina con él y se pone a su servicio», manifestó el jerarca católico.
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Sin embargo, brindó la esperanza al pueblo de que siempre pueden surgir nuevos liderazgos que no defrauden y luchen por un futuro mejor para todos; e invitó a mantenerse en oración.
La oración, dijo monseñor desde el exilio, nos hará vivir mucho más serenos y con menos miedo, seremos más humanos y alegres.