El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Managua, recordó este domingo, 26 de diciembre, que la familia nicaragüense está «sufriendo» ante la ausencia de sus parientes que han migrado o están presos.
«Gran parte de la familia nicaragüense está con la ausencia de un miembro que puede estar fuera del país pasando dificultades, puede estar privado de libertad y la familia está sufriendo; que no tienen una casita dónde estar, están sufriendo; que están sin trabajo, están sufriendo», dijo el máximo representante de la Iglesia católica nicaragüense en la misa de la Sagrada Familia.
El prelado instó a expresar la «solidaridad en la oración para pedir a la Sagrada Familia de Nazaret que interceda por la familia nicaragüense para que podamos ir creando unos cauces en los cuales nos lleven a compartir».
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«La grandeza de la familia está en el diálogo», argumentó el purpurado. «El papa repetía una cosa que yo lo había repetido; dio un consejo a la familia, a los esposos de manera especial: si tienen un problema durante el día, no se acuestan sin solucionar el problema. No se vayan a dormir sin solucionar el problema. Desvélense, pero solucionen el problema, porque si amanece va a ser un caso, es peor. Solamente en el diálogo vamos minando y haciendo a un lado esas dificultades», añadió.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en Costa Rica más de 108 mil nicaragüense han solicitado refugio desde 2018, cuando inició la crisis sociopolítica, económica y de derechos humanos.
Los principales destinos de los migrantes y exiliados nicaragüenses son Costa Rica, Estados Unidos, España, Panamá y otros países centroamericanos.
Los familiares de más de 160 personas presas políticas exigen la liberación de sus parientes que fueron encarcelados por protestar, demandar justicia y denunciar las violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses.