Más de 35 organizaciones que conforman el Mecanismo de coordinación de grupos de exiliados y la diáspora nicaragüense en Costa Rica coincidieron en que con las condiciones actuales es imposible dialogar con el régimen de Nicaragua.
Daniel Ortega dijo que después de las votaciones del siete de noviembre se sentaría a «dialogar», aunque no especificó con quién ni a qué acuerdos pretende llegar. Los opositores aseguraron que mientras no cese el estado policial, haya presos políticos y continúen los atropellos a la institucionalidad no hay forma de negociar.
Además, afirmaron que esa posibilidad es efímera «con una pareja de dictadores que han sido acusados de cometer crímenes de lesa humanidad y han violado gravemente los derechos humanos del pueblo nicaragüense».
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«El mensaje ha sido claro y contundente (…) decirle “NO” al supuesto diálogo que Daniel Ortega y Rosario Murillo pretenden realizar después del 10 de enero, fecha que consolida su dictadura por cinco años más a base de represión», refiere parte del comunicado de Hagamos Democracia, quien participó en la reunión del domingo, cinco de noviembre, en Costa Rica.
María José Rivas, de la organización «Creciendo Con Alas», sostiene que no se puede dialogar con un régimen ilegítimo; «con unos criminales y estando Ortega en el poder jamás habrá condiciones para dialogar».
Movimiento Campesino: «No podemos sentarnos con un gobierno inexistente»
El Movimiento Campesino, una de las organizaciones que integran este mecanismo del exilio, se muestran renuentes a esa probabilidad «porque a partir del 10 de enero (del 2022) Daniel Ortega no es legítimo».
El coordinador del Movimiento Campesino, Nemesio Mejía, aseveró que no se pueden sentar como una organización «seria, creíble y luchadora con un gobierno que no existe en Nicaragua».
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«Debemos dialogar claro que sí, pero con nosotros mismos, con la oposición para buscar una ruta de salida y brindarle al país y a la comunidad internacional una línea de trabajo horizontal donde todos seamos incluidos», agregó.
«No se puede dialogar con presos políticos»
Según Hagamos Democracia, las organizaciones participantes remarcaron que no hay posibilidad de aceptar un diálogo cuando hay más de 150 presos políticos en Nicaragua.
«No hay condiciones, no hubo y nunca ha habido condiciones, no se puede dialogar con un asesino que ha cometido crímenes de lesa humanidad contra Nicaragua, contra la población, entonces no existe y no existirá un diálogo, porque no hay condiciones, además hay presos políticos y ellos no son ninguna forma de negociación, su libertad es un derecho y desde ahí no puede haber un diálogo», explicó Snayder Suazo, excarcelado político, exiliado en Costa Rica.
Para María Laura Alvarado, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), Ortega necesita ese diálogo «porque quiere legitimar esas elecciones donde el Consejo Supremo Electoral le dio una victoria ilegítima».
«Sentarnos a dialogar o hacer el intento por dialogar no va a generar la solución a la crisis porque tenemos a una pareja de dictadores que no han cumplido los acuerdos del 2019», enfatizó.
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En tanto, el exdiputado Eliseo Núñez refirió que «hoy nos enfrentamos a un tercer diálogo donde Ortega tiene una ilegitimidad no solo interna sino a nivel internacional».
Más de 40 países declararon ilegítimas las elecciones del siete de noviembre, las que se realizaron bajo las órdenes de Ortega, con siste precandidatos de la oposición encarcelados y más de 150 presos políticos.