La empresa estadounidense de servicios financieros y comerciales Moody’s plasma en su reciente informe las consecuencias que tendrán las «elecciones ilegítimas» del siete de noviembre, pues al ser rechazadas por la comunidad internacional estas derivan en más sanciones que fracturan las relaciones entre el gobierno y las empresas debido a la poca estabilidad que esto genera para el país, lo cual se traduciría en una afectación mayor al futuro económico de Nicaragua.
«Como consecuencia de la crisis en Nicaragua se podría limitar el desempeño económico futuro, complicando la gestión fiscal si los flujos de financiamiento se ven afectados y pesan sobre el perfil de crédito en Nicaragua», afirma el documento publicado por la empresa calificadora de riesgos financieros.
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El informe añade que «el manejo de las elecciones por parte del gobierno podría reavivar las tensiones sociopolíticas que estallaron en 2018 y llevaron a protestas masivas que duraron hasta 2019 y tuvieron un impacto fuertemente negativo. Las protestas resultaron en sucesivas contracciones del PIB (Producto Interno Bruto) real del 3.4 por ciento en 2018 y 3.7 por ciento en 2019».
Aseguran que las tensiones políticas disminuyeron debido a la pandemia pues la atención se centró en atender la crisis sanitaria la cual también afectó la economía del país contrayéndola hasta un dos por ciento durante el año 2020, lo que marcaría tres años de regresiones consecutivas de las cuales todavía no se recupera y según lo expuesto por la calificadora de riesgo, el futuro del país se ve aún más gris debido a las acciones de Daniel Ortega alejándose cada vez más del plano internacional.
Para Moody’s estos comicios afectan las negociaciones internacionales debido a que «la credibilidad del resultado electoral se ha visto socavado por las acusaciones de que la participación real fue menor de lo que se informó. Las afirmaciones son difíciles de validar dado que un grupo de observadores electorales internacionales informan que no se les permitió ingresar al país».
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Ahora Nicaragua se enfrentaría a dos consecuencias diferentes como resultado de la reelección de Ortega la primera es «el riesgo de sanciones estadounidenses que podrían poner en peligro los préstamos de los bancos multilaterales. El aumento de sanciones reduciría las ya limitadas capacidades de financiamiento del gobierno en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM)».
Como segundo riesgo existe la reacción de comunidad empresarial local a la situación política que vive el país y las relaciones que actualmente existen entre el gobierno y los empresarios, esto tendría como consecuencia un impacto económico fuerte en la macroeconomía y más importante en las perspectivas de crecimiento a medio plazo.