El dictador Daniel Ortega subió el nivel de ofensas contra los líderes de la oposición nicaragüense que actualmente están detenidos, para llamarlos “hijos de perra del imperialismo yanqui”, luego que señaló que Estados Unidos quería dirigir las elecciones de este 7 de noviembre, pero sentenció que eso “no volverá a suceder jamás”.
“Esos que están presos ahí (en el Chipote) son los hijos de perra del imperialismo yanqui, se los deberían de llevar a Estados Unidos (EE. UU.), esos no son nicaragüenses. Que se los lleven allá y les sirvan como los que son, esclavos del imperio, traidores de la patria”, expresó furibundo Ortega.
Entre los presos políticos hay siete precandidatos presidenciales detenidos, a quienes Ortega previamente les llamó “traidores y vendepatria”.
Esa referencia que hizo el dictador sobre los presos políticos, fue después que señaló que el “imperio yanqui” siempre ha querido controlar los procesos electorales y que “peleles” terminan aceptando los resultados”. Como ejemplo, Ortega mencionó las elecciones en la que resultó electo Somoza (García).
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“Ellos organizaron las elecciones, ellos dieron los resultados y los peleles y vendepatria aceptando los resultados. Eso era lo que ellos querían para estas elecciones, estar al frente del Consejo Supremo Electoral, militares gringos contando los votos y los nicaragüenses ahí. Eso ya no volverá a suceder en Nicaragua, ¡nunca más, nunca más, nunca jamás, nunca jamás!”, declaró exaltado Ortega.
“Y luego la historia del pelele que dejaron en el país, de Somoza, más de 40 años” —prosiguió Ortega—, “gran amigo del presidente Rooselvelt y cuando le preguntaban al presidente por qué apoyaba a Somoza, (decía) ‘ah porque es un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra. O sea que esos que están presos ahí son los hijos de perra de los imperialistas yanqui. Se los deberían llevar para allá, para Estados Unidos porque esos no son nicaragüenses, dejaron de serlo hace rato, no tienen patria. Deberían de llevárselo para allá para que le sirvan como lo que son: esclavos del imperio, traidores de la patria”.
Arremete contra países que condenan elecciones
Las declaraciones del dictador se dieron durante el acto del 45 aniversario de la muerte de Carlos Fonseca Amador, y luego de que más de 40 países del mundo rechazaron el fraude electoral de este 7 de noviembre, entre ellos, Costa Rica, España y la Unión Europea.
En un discurso virulento desde inicio a fin, el dictador empezó a acusar al Gobierno de España, Unión Europea y parlamento europeo de “fascistas”, “nazis”, e “instrumentos de la política colonialista” de Estados Unidos.
“Entendemos completamente el comportamiento de los gobiernos europeos, no de los pueblos, incluso gobiernan partidos fascistas, los descendientes del franquismo que masacró al pueblo español, esos son hijos de Franco los que han quedado ahí todavía ocupando espacios de poder, incluso gobernando actualmente en España, hermanados con Hitler y que ahora andan queriendo formar una internacional del fascismo aquí en nuestra América”, dijo Ortega.
La mañana de este lunes, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, calificó como “una burla” las elecciones de este 7 de noviembre y que los resultados «no tiene ninguna garantía para España” ni para la comunidad internacional.
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«Lo que se ha realizado ayer (domingo, siete de noviembre) ha sido una burla. Una burla al pueblo de Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y, sobre todo, una burla a la democracia», manifestó el diplomático.
Por su parte Alto Comisionado de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores (UE), Josep Borrell calificó las elecciones generales como «carentes de legitimidad» a la vez que exigió la liberación de los presos políticos.
“Que Europa entienda de una vez por todas que en estas naciones, que aquí en Nicaragua gobierna el pueblo nicaragüense y no los gobiernos europeos. Usted han escuchado la recurrencia de los países europeos, de lo que se hoy conoce como Unión Europea, que tiene una mayoría de parlamentarios fascistas-nazis (…) Creen que somos una colonia de ellos y quieren decidir qué tipo de democracia debemos practicar. Es decir, siguen con su práctica colonialista, ¿para qué?, para dominar estos territorios, para someterlo y explotarlo y comprometerlos en su política expansionista y guerrerista”, dijo Ortega.
Carga contra EE. UU.
Según Ortega, Nicaragua está “bajo la amenaza y la agresión del imperio yanqui” y de la “colonización europea” que creen “somos una colonia de ellos” y “quieren dictar como debemos comportarnos” y “decidir qué tipo de democracia debemos de practicar”.
Asimismo, Ortega dijo que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “debería de pedir perdón por los crímenes que han cometido en Nicaragua y en el mundo”, tras acusar a Washington de contantes intervenciones al país centroamericano.
“Si alguien debería de estar en la Corte Penal Internacional, son los gobernantes norteamericanos”, siguió.
Recordó que el expresidente Donald Trump declaró hace tres años a Nicaragua como amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. “Simplemente para tener herramientas, para estar hostigando, para estar aplicando sanciones, que no son más que agresiones”, anotó.
Además, acusó a EE.UU. de hablar “nada más con el garrote” y considerar a Nicaragua su patio trasero.
Tilda de espías a periodistas extranjeros
Durante el acto, Ortega agradeció a los más de 200 “acompañantes internacionales” que participaron en los comicios y de quienes dijo “no son sirvientes de Estados Unidos ni de la UE”.
Asimismo, tildó de “sinvergüenzas” y espías a los periodistas de “las grandes corporaciones” que solicitaron acreditación para cubrir las elecciones, las que fueron negadas. “Sabemos que son empleados de las agencias de inteligencia de Norteamérica. Esos no entran aquí”, remarcó.
Sobre los comicios, Ortega dijo que “el pueblo nicaragüense se volcó votando por la paz” y que su Gobierno seguirá trabajando por la paz y por fortalecer la reconciliación.
Las cifras oficiales fijaron en el 65.34% la participación en la jornada, lo que contrasta con cálculos independientes, que situaron la abstención en algo más del 80%.