De «elección antidemocrática de Nicaragua» calificó el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, las votaciones presidenciales de Daniel Ortega, donde el actual presidente permitió que en la boleta lo acompañaran cinco partidos políticos señalados de ser sus colaboracionistas.
«El presidente de Nicaragua, (Daniel) Ortega, y la vicepresidente (Rosario) Murillo, se han declarado los ganadores de las elecciones nacionales cuyo resultado ha sido una conclusión inevitable desde hace mucho tiempo», dijo Blinken.
En referencia a los partidos políticos Ciudadanos por la Libertad (CxL) y Restauración Democrática (PRD), a los que el régimen les arrebató su personalidad jurídica, el demócrata refirió que la dictadura Ortega-Murillo ha privado a los nicaragüenses de cualquier opción real, « al disolver todos los partidos genuinos de oposición y encarcelar a todos los principales candidatos presidenciales».
«Esta represión y manipulación electoral, ampliamente denunciada por los nicaragüenses y la comunidad internacional, despojó a la votación del 7 de noviembre de cualquier significado real» enfatizó el secretario de Estado y añadió que la dictadura «negó a los nicaragüenses su derecho a votar en elecciones libres y justas y privó injustamente de su libertad a casi cuarenta personas».
EE. UU. desconoce reelección de Ortega
Pese a que Ortega se perpetuó por la fuerza en el poder, el Gobierno de Joe Biden indicó que si bien la pareja presidencial pueden permanecer atrincherados en el poder, la elección antidemocrática de Nicaragua no les proporciona ningún mandato democrático para gobernar.
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«Y aunque afirman estar “defendiendo la soberanía nacional” en su respuesta a la condena internacional de su comportamiento atroz, los líderes democráticos entienden que la soberanía real se origina en la ciudadanía, los votantes, y solo los gobiernos que llevan a cabo elecciones libres y justas pueden afirmar de manera creíble que representan a la ciudadanía, voluntad del pueblo» reiteró.
Más «mano dura» contra Ortega
Estados Unidos afirma que se une «a otras democracias de la región y del mundo» para condenar la imposición del régimen Ortega y Murillo que lejos de unos procesos democráticos, se convirtieron en una celebraciones a su medida. Además, mencionó que seguirán sancionando y condenando las acciones represivas de la dictadura.
«Estamos con el pueblo de Nicaragua y apoyamos a quienes buscan restaurar la democracia. Continuaremos utilizando la diplomacia, acciones coordinadas con aliados y socios regionales, sanciones y restricciones de visas, según corresponda, para promover la rendición de cuentas de los cómplices en el apoyo a los actos antidemocráticos del gobierno de Ortega-Murillo», reiteró la administración Biden.
«Trabajaremos con otros gobiernos democráticos, incluso en la Asamblea General de la OEA (Organización de Estados Americanos) del 10 al 12 de noviembre, para presionar por el retorno a la democracia a través de elecciones libres y justas y el pleno respeto de los derechos humanos en Nicaragua. Esto debe comenzar con la liberación inmediata e incondicional de los encarcelados injustamente», remarcó Antony Blinken.
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El diplomático norteamericano concluyó aseverando que si bien el actual gobierno de Nicaragua ya no es democrático, la nación de Nicaragua sigue siendo un miembro de la comunidad global comprometida con los principios democráticos. «El pueblo nicaragüense merece gozar de las libertades y derechos que se respetan en una democracia», dijo.
