La falta de oportunidades de empleo y la crisis económica, social y política que vive Nicaragua ha obligado a dos profesionales en matemática a buscar alternativas para obtener ingresos y subsistir. Además, con su trabajo contribuyen con la formación de los estudiantes.
Artículo 66 conversó con los profesores Jairo Flores y Julio César García, quienes contaron cómo se las han ingeniado para salir adelante, pese a los obstáculos que les impiden volver a las aulas de clases. Ambos coinciden en que la crisis actual que vive el país, está «ahogando» a todos los nicaragüenses.
Jairo Flores, de 42 años, originario de Juigalpa, Chontales; es un docente, con un doctorado y dos maestrías en matemática. Quedó en el desempleo luego que en 2018 lo despidieran de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua —Unan-Managua—debido a que no compartía las acciones tomadas contra los estudiantes por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
«Tengo 23 años de experiencia laboral y en las universidades tengo 15 años de experiencia. Fui mejor maestro a nivel nacional de toda la Unan-Managua, pero debido a las protestas sociales en 2018 fui uno de los primeros maestros despedidos, porque apoyé la lucha de los estudiantes, no podía quedarme callado», señaló.
Luego de su despido, Flores tuvo que recurrir a dar clases de manera independiente desde su casa y de vez en cuando —a como lo expresa—hay instituciones de educación superior que lo contratan como director de tesis doctorales y de maestrías.
«Debido a mi actual situación, entiendo perfectamente a las personas que ni siquiera tienen un empleo fijo como es el mío, que de vez en cuando tengo un salario», expresó el docente, quien agregó que es muy difícil la crisis económica que vive Nicaragua, porque obliga a muchos profesionales a buscar otras alternativas para subsistir.
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«He tenido conocimiento de muchos maestros del Mined (Ministerio de Educación) que han colocado pulperías, venden nacatamales, otros han tendido que exiliarse en otros países, y otros — como es mi caso — seguimos resistiendo la falta de oportunidades laborales, porque por muy bueno que sea tu currículo, si no llevás el aval (político) es muy difícil obtener un trabajo formal, estamos a la obra de Dios y en futuro tener mejores oportunidades», lamentó.
Profesor Julio García: «No se valora la experiencia»
El profesor Julio César García, de 63 años, y originario de Managua, es licenciado en Física-Matemática, graduado de la Unan-Managua, tiene un postgrado en Finanzas. Debido a la falta de una plaza laboral, imparte clase de forma particular a estudiantes de educación superior. Además, emplea las redes sociales para ofrecer sus servicios como docente.
«Realizo trabajos, exámenes e imparto clases a domicilio de matemática, física, química, cálculo (matemático), estadística, matemática financiera, matemática aplicada a la administración y la economía, Contabilidad General, contabilidad de costos, contabilidad bancaria, contabilidad agropecuaria, finanzas y auditoría», resalta una de sus publicaciones en su perfil de Facebook.
El docente además refiere que desarrolla informes gerenciales de operaciones, «también elaboración y análisis de los estados financieros. Doy seguimiento a contabilidades de la micro y pequeña empresa, además brindo asesoramiento administrativo, financiero y fiscal».
García expresó a este medio de comunicación que está utilizando sus conocimientos «para medio subsistir, porque (en Nicaragua) denigran a las personas de la tercera edad, nos cierran los espacios, no valoran la experiencia, entonces tengo que subsistir».
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«Las empresas no quieren gente vieja con experiencia (…), A mí las universidades me cerraron los espacios cuando miraron que ya estaba veterano, es por eso que tengo que subsistir», además refirió que tiene 28 años de trabajar de forma independiente.
Si usted desea contratar los servicios del profesor Julio César García puede llamarla al número WhatsApp 87640218. En el caso del docente Jairo Flores, puede localizarlo por su nombre en su perfil social en Facebook.
«Se debe mejorar la educación»
Ambos docentes afirman que la educación en Nicaragua ha bajado la calidad debido a la falta de interés, tanto del estudiante como al desinterés del Gobierno por mejorar el nivel de educción.
Según el profesor Jairo Flores, «no se puede tapar el sol con un dedo, lastimosamente el sistema educativo en Nicaragua está dirigido a cubrir una demanda ideológica en el país y eso se muestra en la calidad de aprendizaje que llevan los estudiantes de una modalidad a otra».
«Cuando el estudiante quiere ingresar a la universidad, debe ir capacitado para enfrentar un examen de español y matemática, pero lastimosamente la Unan-Managua eliminó el examen de admisión, y lo hizo, primeramente porque saben cómo llegan los estudiantes y segundo que quieren masificar la educación en las universidades con un objetivo ideológico», recalcó.
Actualmente, hay decenas de docentes que han quedado en el desempleo, desde el 2018, el Ministerio de Educación de Nicaragua y universidades despidieron a muchos maestros, y a otros, como es el caso del profesor y exreo político Gabriel Putoy, los encarcelaron por ser adversos al régimen orteguista.