Este lunes, 11 de octubre. falleció Hilda Chamorro Hurtado, madre del expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y ahora preso político del régimen de Nicaragua, José Adán Aguerri. La noticia del deceso lo dio a conocer la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, organización a la que pertenece el empresario.
«La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia lamenta profundamente el fallecimiento de doña Hilda Chamorro Hurtado, mamá José Adán Aguerri Chamorro, integrante del pleno de nuestra Alianza», refieren los integrante de la AC.
Por su parte, el COSEP extendió su condolencias a las familia de su expresidente. «Dale señor a su alma el descanso eterno y haced lucir sobre ella vuestra eterna luz».
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Se desconoce si los familiares de Aguerri Chamorro solicitarán permiso para que el empresario pudiera ver por última vez a su progenitora o si en las actuales circunstancias se le permitirá asistir al entierro. En caso que esa última petición sea negada, Aguerri sería el preso político número 16 a quien la dictadura de Daniel Ortega lo privaría de ese derecho.
El último rehén del régimen que no pudo asistir a la vela ni al entierro de su mamá, fue el líder estudiantil Max Jerez, quien el 17 de septiembre perdió a su mamá, Heydi Meza.
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«Doña Hilda no pudo despedirse de su único hijo y José Adán no pudo ver a su madre. Doña Hilda, mujer de fe, ciudadana ejemplar y valiente. El Señor lo ha llamado a su gloria eterna y ya descansa en su seno. Rogamos a Dios envíe a su familia el consuelo espiritual que mitigue su dolor. Amén», expresó la Alianza Cívica.
Aguerri, de aliado de Ortega a «traidor»
El ocho de junio, la justicia orteguista ordenó la captura del quien permaneció más de una década como presidente del Cosep para luego acusarlo de promover la injerencia extranjera y pedir o apoyar sanciones económicas contra Nicaragua, de acuerdo con la Ley 1055, aprobada por los diputados subordinados a la dictadura.
Aguerri cumple cuatro meses y tres días de estar cautivo en la Dirección de Auxilio Judicial, en Managua. Junto a él está otros 36 «rehenes» políticos acusados por el mismo delito, entre ellos está la opositora e integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) Violeta Granera, arrestada el mismo día.
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Antes de la rebelión cívica del 2018, Aguerri y el Cosep compartían mesa con Daniel Ortega, sin embargo, la relación culminó tras la represión desatada por el régimen de Nicaragua, lo que ocasionó que el régimen lo declara «no grato» para su pretensiones dictatoriales.
Los últimos tres años de libertad, José Adán Aguerri fue parte de la Alianza Cívica y tildó al Gobierno de Daniel Ortega de dictadura, sumándose así a las voces de miles de nicaragüenses que exigen justicia y libertad, lo que ocasionó que encabezara la «lista negra» de los enemigos del orteguismo.
