Los colonos invaden nuevamente las comunidades indígenas mayangnas en el cerro Kimakwas, en el territorio Sauni As. El ataque inició el cuatro de octubre desde horas de la tarde en donde resultó una persona fallecida y tres más se encuentran desaparecidas.
El primer fallecido que identifican es Martiniano Macario, originario de la comunidad de Wilu, ubicada en la reserva núcleo de la reserva de la biosfera de Bosawa. El presidente de Fundación del Río, Amaru Ruiz, informó que la Policía se movilizó al territorio la mañana de este miércoles, seis de septiembre.
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El Centro de Asistencia Legal de los Pueblos Indígenas (CALPI) denunció que «un grupo de colonos armados perpetraron otro ataque a tan solo 41 días del masacre del día 23 de agosto, así nos informaron las autoridades de la zona. ¡Basta de silencio! Unamos nuestras voces y acciones por el desmantelamiento de las bandas criminales que operan en los territorios indígenas así como la implementación del saneamiento inmediato de los territorios».
Al igual que en la masacre perpetrada durante el mes de agosto, las autoridades continúan sin pronunciarse al respecto, los activistas en pro de los derechos indígenas expresan que «es triste y causa mucha impotencia escuchar a las gentes de las comunidades que sufren directamente estos patrones de ataques continuos, masacres y las segregaciones de territorios. Elevemos nuestras voces llamando al Estado y sus instituciones actuar expedita y oportunamente sin dilación alguna garantizando el saneamiento y la plena seguridad de los territorios indígenas y afrodescendientes».
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Los lugareños han denunciado que las organizaciones Nación Mayangna y los Gobiernos Territoriales Indígenas (GTI) responden a los intereses del régimen de Ortega y no a la verdadera defensa de los derechos humanos en la zona, por lo tanto, se sienten desprotegidos ante los ataques de los invasores.
En la más reciente invasión, la Policía se dedicó a perseguir y a acusar a los indígenas, en lugar de desarmar a los colonos que circulaban libremente armados, intimidando y amenazando a los comunitarios. Denuncian el abandono y la desprotección estatal en la que se encuentran los lugareños.