La expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, participó este martes, 21 de septiembre, en la audiencia «Una respuesta internacional a la destrucción de la democracia por parte de Ortega en Nicaragua», en la que junto a congresistas estadounidenses debatieron y escucharon testimonios sobre la gravedad de la crisis que enfrenta Nicaragua en el marco político y social.
Los testigos de la audiencia hicieron presencia de manera virtual, entre ellos Chinchilla, quien expresó que «la democracia en Nicaragua está padeciendo a plena luz del día, está muriendo», advirtió.
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En la audiencia estaban presentes los congresistas Albio Sires, presidente del Subcomité sobre el Hemisferio Occidental, Seguridad Civil, Migración y Política Económica Internacional, Mark Green, María Elvira Salazar y como testigo Berta Valle, esposa del precandidato presidencial encarcelado Félix Maradiaga.
Chinchilla también se refirió a las elecciones que se aproximan en Nicaragua sin garantías y sin competencia política. Bajo esta línea aseguró que «estamos a seis semanas de la probable consolidación de la despiadada, corrupta y nefasta dictadura en el corazón de las américas». Por lo tanto la expresidenta manifestó a la comunidad internacional que «se necesita reaccionar urgentemente».
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Declaró ante el Congreso que esperaba que los próximos pasos los llevaran a «un compromiso con la democracia», ya que Nicaragua está «al filo del precipicio sin retorno». Chinchilla afirmó que Ortega debe pagar un alto precio por establecer un régimen al estilo Corea de Norte en las Américas.
El Congreso también contó con la participación e intervención de Berta Valle en representación de su esposo y los presos políticos. Valle destacó lo que ha vivido su esposo durante los días en los que ha sido rehén de los Ortega-Murillo, «como profesor, servidor público y activista, él siempre hizo énfasis en la importancia de los cambios sin violencia», resaltó Valle quien exige la libertad inmediata del precandidato presidencial y los más de 150 encarcelados de la dictadura.