Del 10 al 19 de septiembre los trabajadores del Estado tendrán «largas vacaciones» en conmemoración al Bicentenario de la Independencia de Centroamérica. Con estos días libres, el régimen promueve las «visitas a centros turísticos» en medio de un rebrote por COVID-19 en Nicaragua.
Las vacaciones junto a una gran cantidad de actividades en conmemoración a las fiestas patrias fueron celebradas por la vicemandataria Rosario Murillo, en su acostumbrada alocución a medios oficialistas, donde justificó que «hay que aprender a convivir con la pandemia» y llamó a los nicaragüenses a visitar lugares recreativos de diferentes partes del país durante los feriados.
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Este mes el salario a los trabajadores estatales se pagó adelantado. También las pensiones a los adultos mayores para que «las vacaciones se den habiendo recibido lo que ganan para disfrutar con las familias en esa semana de conmemoración bicentenaria», expresó Murillo.
El gobierno ha llamado incansablemente a aglomeraciones en medio de la crisis sanitaria evidente por el mismo Ministerio de Salud (Minsa), que refleja aumentos consecutivos en sus informes semanales.
Recientemente, Estados Unidos alertó sus ciudadanos a no visitar el país por el riesgo de contraer la enfermedad y desarrollar síntomas graves, pues aseguran que la disponibilidad de atención médica en Nicaragua es limitada.
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En la semana que comprende del 31 de agosto al siete de septiembre, el Minsa reportó un total de 615 nuevos casos de COVID-19, alcanzando la cifra más alta hasta el momento y reconociendo el nuevo rebrote del virus en Nicaragua. El aumento de contagios también ha sido notable por las denuncias de ciudadanos y los reportes de fallecimientos diarios en diferentes hospitales del país.
El Observatorio Ciudadano también refleja el incremento de contagios por el virus. Ha pedido a la población someterse a cuarentena voluntaria y evitar las aglomeraciones, todo lo contrario a la propaganda orteguista.
