El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Managua, invitó a los fieles católicos a evitar actividades que aglomeren personas para prevenir la propagación del COVID-19, al mismo tiempo exhortó a limitar la duración y el número de participantes en los actos litúrgicas y pastorales.
«Conscientes de la crítica situación sanitaria que afrontamos, invito a que, con fe y confianza en la Divina Providencia, con serenidad y mucha responsabilidad, no bajemos la guardia en el cumplimiento del protocolo básico (uso de mascarilla, sanitización de manos y distanciamiento físico recomendado); protocolo que hemos venido practicando tanto a nivel personal, así como en los espacios litúrgicos y pastorales que están bajo nuestra responsabilidad eclesial», señala una circular de la Arquidiócesis, firmada por Brenes.
El Cardenal segura que es tarea y obligación de todos, pastores y fieles, unir esfuerzos en el cuido de la salud, y dar testimonio de una Iglesia responsable y solidaria. Los templos permanecerán «abiertos en horarios oportunos» según la realidad de cada comunidad siempre respetando el protocolo sanitario para las misas.
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«Si la situación particular de una comunidad o institución eclesial amerita implementar un plan de emergencia, se deberá consultar a los consejos pastorales correspondientes y a la autoridad superior inmediata para valorar las circunstancias particulares y actuar en comunión», explicó Brenes.
El jerarca católico aseguró que es tiempo de «respaldar la acción pastoral con los medios de comunicación alternativos y a nuestro alcance» en referencia a las transmisiones de la misa por las páginas sociales de las parroquias, método que implementan varias comunidades religiosas.
«Los animamos a apoyar a sus párrocos en la sostenibilidad de los templos y Capillas, así como también en la búsqueda de alternativas que ofrece la liturgia para atender oportunamente los servicios religiosos, manteniendo la esperanza y el ánimo tan necesarios, sin comprometer la salud», aseveró.
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«Estoy orientando a los clérigos y consagrados a cuidarse, y confío en que la feligresía les apoyará y cuidará. También les he solicitado que elaboren y apliquen, con el respaldo de todos, planes en situaciones especiales y extremas, según la capacidad de cada comunidad», finalizó.
Unos 14 sacerdotes católicos han fallecido desde el inicio de la pandemia, incluyendo al obispo emérito de León, monseñor Bosco Vivas Robelo. El cardenal Brenes dijo recientemente que valoraban el cierre de los templos católicos por el rebrote de COVID-19.