Faltado solo cuatro días para que se venza el plazo para la inscripción oficial de candidatos a la Presidencia, Vicepresidencia y diputados tanto a la Asamblea Nacional como a al Parlamento Centroamericano, la vocera gubernamental de Nicaragua, Rosario Murillo, dedicó su monólogo diario para aprovechar los proyectos financiados con fondos del Estado para promover a su marido el dictador Daniel Ortega, a quien presentó como comprometido a «seguir cambiando Nicaragua».
En su acostumbrada llamada a los medios propagandísticos oficiales de este 29 de julio, Murillo habló por poco más de 20 minutos, en los que mencionó la asistencia que han enviado a las familias afectadas por la lluvias de los últimos días y aseguró que se movilizaban en nombre de Dios a atenderlas.
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Luego se dedicó a alabar los proyectos que ejecutan las instituciones del Estado y que son financiados con fondos públicos, en su mayoría provenientes de préstamos a organismos internacionales e inmediatamente pasó a exigir respeto a sus decisiones (desde el Gobierno) y no dejó de lado sus amenazas contra la oposición de que no permitirán que haya un nuevo 2018 que atente contra la supuesta paz que vive el país bajo su administración.
Rosario Murillo podría ser impuesta como la candidata a la Presidencia por el FSLN Foto: Artículo 66 / Gobierno
«Exigimos siempre respeto a nuestros caminos soberanos, a nuestras decisiones soberanas, y al resguardo permanente de la concordia, de la paz, de la tranquilidad que fue asaltada en el 2018», dijo la vocera del régimen en clara alusión a las presiones que ejerce la comunidad internacional pidiéndoles que permitan elecciones libres, transparentes y democráticas.
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Murillo hizo hincapié en su «omnipresencia» para evitar nuevas expresiones de protesta populares diciendo que la paz que han impuesto a punta de fusil «nunca será asaltada nuevamente, porque para eso estamos aquí, las familias nicaragüenses que priorizamos, exigimos, demandamos y somos parte de un programa, un proyecto, una cultura de encuentro, de paz, de trabajo, de seguridad, de promoción de la estabilidad de la vida buena, que merecemos cada uno de nosotros».
Además, culpó, como siempre, a otros, sin decir quiénes, de la pobreza que vive el país, porque supuestamente, están fortaleciendo «proyecto de avance contra la precariedad que nos han querido imponer».
Kitty Monterrey durante una conferencia de prensa antes de la inscripción de las alianzas de partidos en el Consejo Supremo Electoral (CSE) | Foto: Redacción Abierta.
Ya para finalizar su intervención diaria, la vicedictadora se montó en su campaña propagandística solapada para expresar que «el comandante Daniel (Ortega) abraza a todas las familias en el compromiso creciente de seguir cambiando Nicaragua para bien, con las casas que vamos a hacer y que estamos haciendo, los lotes, los caminos, las carreteras, los puentes, con todos los proyectos que van adelante».
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El plazo impuesto por el calendario electoral del orteguista Consejo Supremo Electoral (CSE) para la inscripción oficial de candidatos se vence el lunes, dos de agosto, y hasta la fecha, el partido de Gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, no ha dado ninguna señal de querer seleccionar a un candidato presidencial diferente del actual dictador Daniel Ortega, quien junto a su vicepresidenta y esposa Rosario Murillo controlan, con puño de hierro, esa agrupación y todas las instituciones estatales.
Hasta el momento, la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) ya proclamó su fórmula presidencial compuesta por el excomandante de la Resistencia Nicaragüense Óscar Sobalvarro y la exmiss Nicaragua Berenice Quezada, en tanto el PLC presentó como candidato presidencial al empresario Milton Arcia y a María Dolores Moncada para vicepresidenta.
