En la homilía de este domingo, 18 de Julio, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio José Báez, reflexionó basado en el pasaje Bíblico de «Jesús en la barca», en que muchos países los ciudadanos andan como «ovejas que no tienen pastor».
Báez refirió que la falta de liderazgo por la que atraviesan muchos países, es porque quienes llegan al poder no tienen compasión por el pueblo. «Cuando hay compasión en la política, se respeta la dignidad de cada persona, se busca el bienestar de todos, se promueve la libertad y se propicia la pluralidad social como una riqueza».
«Cuando falta la compasión, se atropellan los derechos humanos, se siembra el odio y el miedo, se explota con crueldad y se busca imponer la uniformidad ideológica y partidaria por la fuerza», insistió el religioso.
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En referencia al sometimiento que vive Nicaragua por el brazo represor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el obispo en el exilio recalcó que «quienes ejercen el poder sin compasión, viven obsesionados por conservarlo» y que para para lograrlo «despojan de la libertad al pueblo, condenan a la gente a la pobreza y reprimen en modo criminal».
«En algunos de nuestros países, la falta de compasión por el pueblo ha hecho que la política esté determinada por intereses oscuros y mezquinos que convierten a los gobernantes en delincuentes legalizados y saqueadores estatales. ¡Cuánta falta hacen políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, la vida de los pobres, el futuro de los pueblos y de los países! (…) ¡Cuánta falta hacen líderes políticos que tengan compasión con la gente, como la tenía Jesús!», reflexionó.

Monseñor Silvio Báez concluyó su homilía poniendo como ejemplo a Jesucristo, que «como verdadero pastor, Jesús no fue indiferente ante el dolor y la opresión que padecía aquella gente. Con infinito amor se dedicó a enseñarles la Buena Nueva de Dios que cura el corazón, ilumina la vida y abre infinitos horizontes de esperanza. Jesús sigue mirando con compasión a los pueblos oprimidos y no deja de sostener con su amor sus anhelos de liberación».
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Desde que monseñor Báez salió de Nicaragua en 2020 no ha dejado de exigir justicia y ha exhortado al pueblo nicaragüense a seguir unido en lucha por su libertad. Además siempre ha demandado al régimen de Daniel Ortega el cese de la represión, la liberación de los presos políticos y realizar elecciones libres y transparentes.
Aplaudo como siempre el mensaje de Monseñor Baez que siempre da en el clavo. Aquí todos los delincuentes son los que imperan, debido a quer existimos muchas personas que probablemente seamos buenos o con mejores conciencia que ellos y no actuamos, tal a como lo menciona la película “lágrimas de sol”. Mientras los buenos no hagamos nada, los malos seguirán haciendo lo que quieran. A sabiendas de que ortega murillo son delincuentes de toda la vida, se les permitió gobernar el país y ahora mismo, muchos delincuentes de la alta y baja sociedad, lo apoyan para proclamarse a través de fraude, nuevamente presidente de Nicaragua. Debemos actuar y poner fin a estos parásitos que oprimen y reprimen al Pueblo.