En su acostumbrado monólogo del mediodía, la vocera y vicepresidenta Nicaragua, Rosario Murillo, usó los 37 minutos de su alocución para amenazar una vez más a la prensa independiente y a la oposición política; a los que volvió a tildar de «malos hijos y vendepatrias».
La primera dama no pasó por alto resaltar los comicios electorales de Perú y México celebrados el seis de junio para insistir en la importancia de que se «respeten los procesos» de cada país, aludiendo así a las elecciones del siete de noviembre en Nicaragua, en el que el régimen ha llamado a «la no injerencia».
Tras su repaso por los proyectos que se impulsan en el país con los impuestos de los nicaragüenses, financiamiento y cooperación internacional, los cuales el orteguismo intenta adjudicarse, la vicedictadora señaló que su régimen venía avanzando con los programas sociales, «pero estalló la corrupción, porque la corrupción es destrucción. La corrupción es crimen, crímenes de odio. Estalló el odio y frenó los avances de estos proyectos».
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En su discurso telefónico de este siete de junio, la primera empezó con las amenazas contra la oposición y la prensa independiente de Nicaragua. «Todas las huacas y la huaca golpista de este tiempo, de la cual cada vez sabemos más, conocemos más, y el pueblo exige justicia y reparación. No es posible que se perpetúe una historia de saqueo, de robo, de crímenes, sacrilegio despojar al pueblo de sus recursos o recibir dinero de quienes se creen poderosos para destruir al pueblo».
«No es posible perpetuar esa historia, vivimos otros tiempos. Nuestra conciencia está crecida, nuestro ojos abiertos, nuestro corazón despierto. Sabemos que hay que denunciar y sabemos que hay que exigir, clamar por justicia», agregó la vicedictadora.

Murillo resaltó que en otros países y en todas partes del mundo se ha conocido «cómo se juzga y cómo se separa a quienes han cometido actos de corrupción y Nicaragua no puede ser la excepción (…). Hasta en la iglesia hemos visto cómo se ha conocido y cómo se ha separado abuso en esa dirección».
La vocera del régimen recalcó que su dictadura no permitirá que se perpetúe el atrancamiento a los derechos del pueblo. «También es un atraco a los derechos del pueblo pretender cercenar soberanía a cambio de dinero mal habido, dinero manchado de sangre, y lo mal habido tiene mal fin».
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Además insistió que su tiranía sigue defendiendo su derecho a la autodeterminación, «defendiendo nuestra dignidad, defendiendo nuestra visión, nuestra manera de ser, nuestra cultura, nuestra identidad y nuestra historia».
Despotrica contra Cristiana Chamorro
En clara alusión a la prensa independiente y a la precandidata Cristiana chamorro, Rosario Murillo mencionó que «clamamos justicia; esas danzas de millones, es increíble como pretendieron repetir esa terrible historia, sabiendo que hemos aprendido tanto (..), ya no nos asombra nada y sabemos quiénes son los delincuentes, los ladrones…».

«¿Será que las personas que se creen castas superiores, creen que no aprendemos, que no sabemos, que no tenemos inteligencia, que no tenemos corazón?, Difícil saberlo, pero por sus hechos los conocemos y reconocemos, ¡Ah! pero creen que son impunes, que tiene carta de impunidad o por sus apellidos o por sus vínculos y eso es imposible a esta altura de esta historia», señaló la vicemandataria y agregó que «nadie se atreva seguir robando y aplastando con dinero maldito a este país».
Las declaraciones de la vocera del régimen llegan en medio de una acusación de lavado de dinero, bienes y activos contra la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, las que supuestamente el régimen de Ortega realizó a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH). Con la «investigación», la dictadura ha obligado a desfilar ante la Fiscalía a más de 20 periodistas, entre directores y redactores de medios de comunicación independientes, a quienes intenta vincular en el caso.