Según el informe del Monitoreo Azul y Blanco (MAyB), acerca de la ola de represión en Nicaragua, el régimen orteguista arreció su asedio, persecución y amenazas contra opositores, en las fechas conmemorativas a la insurrección de abril de 2018. Durante tres años consecutivos todo detractor de Ortega está bajo la lupa de paramilitares y policías que tratan de evitar todo acto de manifestación o protesta cívica.
El MAyB manifestó en su informe que previo y durante la conmemoración del 18 y 19 de abril, la represión de Estado aumentó en contra de los distintos sectores de la población, enfocándose en familiares de víctimas de la rebelión cívica del 2018, familiares de presos y presas política. Además, dirigieron sus ataques a exreos políticos.
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Un total de 245 incidentes relacionados a violaciones de derechos humanos registró el Monitoreo Azul y Blanco entre el 15 al 18 de abril, los que consintieron en hostigamiento, irregularidades , control de calles, amenazas, agresiones, detenciones, campañas de odio y allanamiento ilegal.
Los datos proporcionados por el MAyB indican que el departamento de Managua está a la cabeza con 29 casos de violación a derechos humanos, Matagalpa le sigue con 12, Carazo, León y Masaya registran nueve denuncias, RAACS, seis, Madriz Cinco, Chontales cuatro Granada , Jinotega y Rivas dos respectivamente, Chinandega y Boaco 1.
El Monitoreo señala que todas las acciones represivas por parte de la Policía y paramilitares, la dictadura las ejecuta con la finalidad de control social e impedir la movilización
ciudadana. Además señala que la represión de Estado estuvo focalizada en incrementar los hostigamientos a personas opositoras, tanto en cantidad de personas hostigadas como en la severidad de los mismos. «Es decir, hostigamientos por periodos más prolongados y más intimidatorios…».
Represión cíclica
Entre los sectores más agredido por policías y paramilitares están defensores de derechos humanos y opositores (61%), excarcelado políticos (19%), manifestantes (13%), familiares de victimas de abril (5%) y periodistas (2%).
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Para los integrantes del Monitorio Azul y Blanco, la represión en el país es cíclica, porque la ola de represión fue a causa de la conmemoración del 19 de abril. «Se logró observar la consolidación de sitio de facto por parte del Estado, utilizando a la Policía con el objetivo de sembrar miedo e impedir todo tipo de manifestación».
También indicaron que la represión por parte del régimen estuvo centrada en arrestos domiciliarios, vigilancias continuas y detenciones arbitrarias con el fin de impedir toda manifestación.
Ejemplo de nivel represivo por parte del régimen de Daniel Ortega fue las detenciones ilegales de los opositores Julio Godoy, capturado en Bluefields; Nelson Lorío, Balvino Colleman, Scarleth Isabel Salmerón, Gerson Delgadillo, Leonel Armando Araica Robleto, el excarcelado político Walter Juárez y Justo Vicente Reyes Rivas, los que luego del 19 de abril fueron liberados.
La escala de violencia y represión en Nicaragua aún no termina, el régimen orteguista ha impedido y obstaculizado el trabajo periodístico y de defensores de derechos humanos. Pese a las pruebas irrefutables que señalan al régimen, Daniel Ortega sigue pidiendo que se detengan las sanciones, haciéndose la víctima ante la comunidad internacional.