Decenas de policías asediaron la iglesia San Miguel Arcángel en Masaya este miércoles, 21 de abril, cuando se realizaba una misa en memoria del universitario Álvaro Gómez, asesinado durante la represión de 2018.
Unas cuatro patrullas cargadas de antimotines rodearon la parroquia, mientras el sacerdote Edwin Román celebraba la eucaristía en presencia del padre del joven asesinado, profesor Álvaro Gómez, familiares y amigos.
Al finalizar la misa, los presentes se encontraron con los oficiales dirigidos por el comisionado Luis Barrantes, y un fanático identificado como Pablo Emilio Gutiérrez, supuesto «periodista» de un medio gubernamental, quien aparentemente realizaba una transmisión en vivo, mientras lanzaba improperios contra los opositores de la dictadura y periodistas presentes.

Rodeados en el atrio de la iglesia, los familiares del joven asesinado gritaban «¡estamos desarmados, igual que Álvaro Gómez!», mientras sostenían la bandera azul en blanco en mano y eran cercados cada vez más.
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«¿Por qué el odio, por qué no me dejan mi duelo tranquilo? Andá ve cómo vivo, Daniel Ortega nunca ha trabajado y come mil veces mejor que vos. Tengo mi frente muy en alto, yo no me vendo por nada, quisieron comprarme con el asesinato de mi hijo, pero no pudieron ni podrán», reclamó el padre del joven mártir a los policías.
Al amparo de la Policía del régimen, el fanático aprovechó para lanzarse contra el periodista Noel Miranda, de Artículo 66, quien se encontraba transmitiendo en vivo a través de Facebook. «Un fanático me pegó un golpe en presencia de la Policía, un golpe en el abdomen», manifestó Miranda durante la transmisión.
El acto fue condenado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Alianza Cívica, organizaciones que se sumaron a las voces de solidaridad y respaldo a la labor periodística, en particular la del reportero de Artículo 66.
Han pasado tres años desde el asesinato al universitario Álvaro Gómez, originario del barrio indígena de Monimbó, Masaya. La madrugada del 21 de abril de 2018 fue ultimado al recibir un tiro de fusil AK en el pecho, mientras protestaba en contra de las reformas al Seguro Social en la zona de la calle Real de su barrio.