La vicemandataria de Nicaragua, Rosario Murillo, aprovechó su lectura de informes para asegurar que su régimen respeta y garantiza los derechos humanos de todos los nicaragüenses, al tiempo que llamó «vozarrones imperiales» y nuevamente «rostros desfigurados» a los opositores.
«Un país donde nos cuidamos y hacemos los más grandes esfuerzos en medio de la grosería y chabacanería que conocemos de los vozarrones imperiales», manifestó este martes, seis de abril, cuando se refería al inicio de la jornada de vacunación masiva.
La primera dama, sancionada por Estados Unidos por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses desde el levantamiento social en 2018, continuó señalando que hacer proyectos de agua potable y carretera «son los derechos de nuestro pueblo, derechos humanos que garantizamos».

«El adversario es la pobreza y el adversario es aquel, aquella que promueve que nos hundamos en más pobreza porque cree que puede someternos mejor a estas alturas de la vida. La pobreza que nos humilla, la pobreza que nos maltrata, la pobreza que es pecado, no nos somete, al contrario, como pueblo digno y libre que somos, la pobreza que es pecado marca una ruptura con la concordia y eso nadie lo quiere, nadie en Nicaragua, por eso revestidos de todas nuestras fortalezas de espíritu, vencemos, luchamos para vencer la pobreza todos los días», dijo Murillo, en un contexto de posibles eleciones generales en noviembre de 2021.
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Según Murillo, su régimen construye «un mundo de oportunidades, un mundo de derechos, un país donde el derecho de todos a vivir con dignidad, a transitar con dignidad, a tener salud, educación, financiamiento para trabajar; un país donde se respetan los derechos y la esperanza… está más viva que nunca».
En su comunicación a medios gubernamentales en el que resaltó que garantizan «derechos humanos, derechos esenciales», reclamó que su régimen estaba venciendo a su adversario «la pobreza», pero cuando «lo estábamos haciendo muy bien, irrumpió la oscurana».

«Hasta que quisieron humillarnos, arrebatarnos la paz. Tantas heridas, viejas y nuevas, tanto atraco, asalto a la vida, de las personas, familias, comunidades, tanto odio que vimos en unos cuantos rostros desfigurados por malos sentimientos».
Sin embargo, afirmó que su régimen venció «la muerte» en referencia a las protestas sociales de hace tres años. «Es resurgir, renacimiento, Resurrección, eso es lo que nos indica todos los días Cristo Jesús… venciendo siempre el odio, la muerte, la violencia, la destrucción, venciendo siempre en todo tiempo y promoviendo los derechos, el derecho de los nicaraguenses a vivir en dignidad, negando la pobreza porque hayamos logrado desarrollar nuestras capacidades, talentos», dijo en su verborrea.
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Murillo indicó que no abandonarán el legado de «los mejores hijos de Nicaragua» que enseñaron a «asegurar cariño, protagonismo, libertades, democracia genuina, la patria que soñamos».
Al contrario de las afirmaciones de la primera dama, la dictadura de Nicaragua solo aparece en números negativos en informes de diferentes organismos nacionales e internacionales. Miembros del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobaron recientemente una resolución contra el régimen, en la que expresaron su preocupación por las continuas violaciones a los derechos humanos, abuso e impunidad desde 2018. Por su parte, Estados Unidos, denunció la corrupción y participación del Ejército y Policía en las violaciones a los derechos en Nicaragua, en su informe anual 2020 dado a conocer a inicios del mes de abril.