En un ataque verbal de un fanático del régimen de Daniel Ortega en contra de empresarios nicaragüenses y diplomáticos, el partidario aceptó que su economía está en «desgracia» y los precios de los combustibles los están ahogando.
En un video publicado en redes sociales la tarde del jueves, 25 de marzo, un seguidor del régimen aparece al asalto en contra del presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy, quien se encontraba en una gira de trabajo en el departamento de León junto a miembros de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC), la Asociación de Agricultores de León y el embajador de Argentina en Nicaragua, Mateo Daniel Capitanich.
El sujeto arremete en contra de Healy reclamándole que «nos tenés en desgracia…Se viene a hartar y nosotros muriéndonos de hambre, con la gasolina hasta el cuello por estos», como que si tal estuviera haciéndole el reclamo a un funcionario público que tiene la obligación de generar empleo y procurar mejores condiciones de vida para la sociedad.
«Delincuente, hijo… acabado, sinvergüenza, que nos tenés en desgracia… asesino, delincuente… terrorista…esa es la gran represión que dice…y se viene hartar» gritó el fanático, al tiempo que otros seguidores sandinistas le hacían coro llamándole «timadores» al empresario y sus acompañantes.
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«Degenerados es lo que son… terrroristas… piden intervención y miren se andan hartando del pueblo», manifestó en un lenguaje ordinario. Ante la desatención de los atacados, reclamó «así huyen las ratas, cobardes, otros miserables, que nos tienen hecho vergas».
El sujeto fue identificado en las redes sociales como Orlando Santos, hijo de Óscar Santos, ambos supuestos empleados de la Alcaldía de León. En las plataformas señalaban al agresor de ser miembro de las «turbas sandinistas» e incluso, su supuesto padre Óscar, fue quien dirigió el asedio contra la familia Alonso en León, cuando se realizaba el entierro del doctor Adán Alonso, galeno crítico del régimen, quien denunció hasta sus últimos días el mal manejo de la pandemia COVID-19 por parte de la dictadura.
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Al momento, la población nicaragüense lleva 19 semanas consecutivas sufriendo alzas en los precios de los combustibles sin que haya alguna explicación por parte de las autoridades correspondientes. Desde el domingo 21 de marzo, el usuario desembolsa 141.9 córdobas por galón en promedio, por la súper 144.6 córdobas, y el diesel, 118 córdobas en promedio. Precios válidos para Managua, porque en los otros departamentos del país el incremento es mayor, ya que se incluye el pago de distribución.
El analista en temas económicos Cirilo Otero opina que en Nicaragua la importación de hidrocarburos se maneja a nivel de monopolio y eso hace que los precios no sean competitivos con respecto al resto de la región centroamericana.
«El grupo Ortega y familia son los que manejan el monopolio del combustible, ellos son los dueños de la importación de combustible. Antes a través de DNP, ahora han creado empresas fantasmas, empresas ocultas para seguir dentro del negocio de los combustibles. Además, las empresas Puma y Uno son importadoras y junto al Gobierno aumentan los precios».
