Expertos internacionales defensores de derechos humanos afirman que Nicaragua debe lograr la «justicia transicional» para obtener la reconciliación de la sociedad. Tras las crisis políticas y sociales que afectan a la nación desde abril de 2018, el Estado tiene que impulsar acciones de justicia, develar y reconocer la verdad de los hechos, la reparación a las víctimas y sus familiares y además, dar muestras de garantías verdaderas de no repetición para que se reconstruya la confianza en el país.
Estas declaraciones fueron reveladas en el foro denominado «Los retos tras la masacre» promovido por el medio de comunicación digital Divergentes. En ese encuentro virtual participaron el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Paulo Abrão, la presidenta de esa misma instancia de la OEA, Antonia Urrejola; y la exembajadora de Argentina ante la OEA Paula Bertol, quienes han seguido de cerca la situación de los derechos humanos en Nicaragua desde el estallido social de 2018.
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La moderadora del foro, la periodista corresponsal de Univisión María Lilly Delgado, recalcó que la justicia transicional se sienta sobre pilares como memoria, verdad y no repetición, que constituyen las claves que en otros países han sido un camino alterno para buscar justicia ante las violaciones de los derechos humanos y procurar la reparación de las víctimas.
La Justicia en un proceso de «justicia transicional»
Paulo Abrão explicó que la justicia transicional es una iniciativa generada desde el derecho internacional y los derechos humanos para promover medidas judiciales y políticas; y procurar la protección los derechos humanos ante las graves violaciones masivas de esos derechos.
Según el exsecretario ejecutivo de a CIDH, la idea es empujar un proceso de rendición de cuentas de parte de los violadores y acelerar el proceso de transición para que la nueva democracia se pueda instaurar, además, indicó que «la justicia transicional puede ser utilizada para un proceso hacia la democracia. Como un proceso para forzar un proceso de democratización, debe priorizar la atención a las víctimas».
Asimismo, el defensor que visitó Nicaragua en plena crisis del 2018 como parte de una misión especial de la CIDH para constatar las violaciones de derechos humanos en el país, al referirse a los mecanismos para procurar justicia, explicó que las fiscalías especiales para la agenda de derechos humanos debe ser fortalecida y estimulada. «Su rol debe ser centrar los esfuerzos estatales de acelerar los procesos de construcción de la reparación y los procesos de reconstrucción de la reconciliación nacional», resaltó.
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Por su parte, la recién electa presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, opinó que la reparación integral busca deshacer, en cada caso concreto, los efectos negativos de una violación de derechos humanos, «la justicia transicional en busca de resolver los efectos negativos de un pasado de y abuso y violaciones a gran escala. La recuperación de la confianza ciudadana en la institucionalidad estatal debe ir acompañadas por mecanismo que den garantías de verdad, de justicia, reparación y no repetición de las violaciones de los derechos humanos», indicó la funcionaria de la CIDH.
Urrejola ejemplificó que en algunos países se han creado instituciones especiales par la reparación, como indemnizaciones a familiares de víctimas, tal como ocurrió en Argentina o las resoluciones judiciales como en el caso de El Salvador e insistió en la importancia de ese proceso de reparación porque «la reparación no solo tiene efecto para las víctimas y sus familiares sino efecto colectivo, en la sociedad en general. «No estamos hablando solo de reparación solo económica, la reparación también puede ser estructural. Por lo tanto, una sociedad que no repara a las víctimas tiende a repetir la historia», insistió.
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En tanto, Paula Bertol resumió que la no repetición pasa por «limpiar a la justicia y al Poder Ejecutivo corrupto». Remarcó que es importante conocer quiénes fueron las víctimas para preservar la memoria histórica y los hechos no se repitan.
Para establecer la no repetición, para iniciar los cambios, hay que iniciar por las mayorías porque «si se pelean los de adentro, los devoran los de afuera», dijo parafraseando a Martín Fierro, para aludir a la unidad de la sociedad en procura de la paz y la estabilidad.