La vicedictadora Rosario Murillo sacó a relucir su «casta», diciendo que «ellos» vienen de héroes, para arremeter con ofensas y acusaciones contra los opositores que, aunque no menciona por sus nombres, se refiere claramente a la administración de los años 90 a quienes llamó «mafia que asaltaron Nicaragua, que hasta con el tren acabaron».
La vocera de la dictadura de Nicaragua despotricó contra sus adversarios políticos durante los 36 minutos de su monólogo de este 11 de marzo a través de sus medios de propaganda partidaria y gubernamental, en la que se autollamó «chusma», retomando la versión de su esposo, el dictador Daniel Ortega, quien ocho de marzo, en su discurso de conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, dijo que los calificaban de «chusma» porque no venían de familias «de apellidos».
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Al referirse a la inauguración de 107 estaciones de bomberos en país, Murillo se desató diciendo que «acordémonos cómo nos trataban, mozos, chusma, así nos trataban; bueno ellos son la mafia, nosotros somos mozos, chusma, ellos son la mafia que asaltó Nicaragua. ¡Hasta el tren, hasta con el tren acabaron! ¡Quién puede olvidar eso! Las miles de familias abandonadas sin atención de salud. ¡Cuánta gente murió en esos años! ¡Cuánta gente perdió la capacidad de alimentarse porque a los campesinos les arrebataron las tierras los negociantes, la mafia! Si nosotros somo chusma, ellos son la mafia», recalcó.
La pareja dictatorial de Nicaragua, Rosario Murillo y Daniel Ortega.
Y siguiendo con su línea contra los que no comparten su criterio político y le critican su forma despótica de gobernar, la portavoz mientas afirmaba que su Gobierno promueve el desarrollo, la salud y el bienestar para las familias nicaragüenses, enfiló sus ataques contra opositores y medios de comunicación diciendo que son sapos y culebras venenosas que publican odio y alimentan maldad.
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«Nuestro reconocimiento , agradecimiento infinito al gran poder de Dios que nos da la fuerza, el coraje para lograr y para seguir venciendo porque nuestra lucha es contra la pobreza. Eso no es un discurso vacío ni son esas infamaciones nada virtuosas, virtuales, que promueven la maldad, mentiras. Ya vimos cómo se cayeron todas esas mentiras en Brasil (en referencia a las acusaciones contra el expresidente Luiz Inácio da Silva), y en todas formas se van cayendo porque la mentira no camina, estanca y la mentira también pudre al que miente porque de verdad esos sapos y culebras que salen de tantas minúsculas bocas no pueden generar vitalidad, al contrario se estancan esas cuantitas personas que destilan odio, que no tienen que hacer, que viven de un ocio, que le financia ya sabemos quiénes, no tienen nada que hacer más que producir mentiras, calumnias, mentiras, infamia todos los días, pero la gente ya sabe, la gente los conoce. ¡No pudieron ni podrán!», se destapó Murillo.
Acto seguido vino con su frase habitual: «Con odio nunca más; otra vez robando, nunca más; otra vez arrebatando, nunca más».
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«En este espíritu de elevada dignidad, de defensa de nuestra soberanía, nuestra soberanía cultural, no repetición y con odio nunca más, aquellos que se atrevieron a jugar con la paz, que se atrevieron a generar tanto sufrimiento a las madres, de eso no se habla, de eso no hablan como si pudieran repartirse los muertos, aquí están tus muertos, aquí están mis muertos; y ¿Quiénes produjeron la muerte? ¿Quiénes son los asesinos? ¿Quiénes son los que mandaban cámaras y gente que se decía periodistas antes que sucedieran las desgracias, las masacres?», acusó Murillo.
Cristiana Chamorro no confirma pero tampoco niega su posible candidatura a la Presidencia de Nicaragua. Foto: Internet.
La vocera reiteró en su afán de fomentar el clasismo que los que están con su régimen «somos chusma y ellos son mafia. Somos mozos y ellos son los patrones que desgraciadamente e históricamente asaltaron los derechos de tanto trabajadores del campo y la sociedad, sabemos quienes son, y ellos saben que sabemos».
«Creyeron que nos derrotarían a nosotros, los nicaragüenses que venimos de castas luchadoras, venimos de una raza que nos llena de orgullo, indígena, patriotas, héroes nacionales», exaltó para agregar que «no se olviden, somos un pueblo de coraje, somos un pueblo valiente…. no se atrevan, no jueguen con la paz. ¡Con odio nunca más!», cerró su monólogo Murillo.
