El Comité Científico Multidisciplinario (CCM) celebró el inicio del proceso de vacunación contra el COVID-19 en Nicaragua, el cual se puso en marcha este martes, dos de marzo. La organización considera urgente aplicar las dosis lo más rápidamente posible a la población de mayor exposición y vulnerabilidad. Los expertos también advirtieron sobre la falta de información y recordó que el personal de Salud debe estar entre los prioritarios al estar en primera línea frente al coronavirus.
El CCM insistió en que la vacunación debe ser voluntaria y gratuita, «tal y como está normado nacionalmente y corresponde a un bien común que manifiesta la cooperación humanitaria internacional», no obstante, para vacunarse la población debe tener suficiente información sobre la vacuna, algo que no está ocurriendo.
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«Para tomar una decisión voluntaria se requiere estar debidamente informado sobre el riesgo de enfermar o morir por la COVID-19, acerca de la seguridad y eficacia de la vacuna, su beneficio en protección de su salud y de quienes le rodean, las reacciones secundarias y el acceso a la atención médica al momento de la vacunación y posteriormente en caso de ser necesario. La divulgación de la información basada en la ciencia es responsabilidad del gobierno, para que la población asuma de manera consciente, autodeterminada y responsable su autoprotección. Recordemos que estamos en una pandemia y que la vacunación es urgente junto a todas las medidas de prevención», advirtió la organización de expertos en un comunicado dado a conocer este dos de marzo.
El Comité, conformado por expertos que de forma voluntaria aportan con sus conocimiento para combatir la pandemia, recomienda a las autoridades sanitarias desarrollar una amplia campaña nacional de información y educación que permita a la población valorar su riesgo y tome conciencia sobre la necesidad de vacunarse voluntariamente, sobre todo los grupos más expuestos y vulnerables y solo de esa manera podrán cumplirse los objetivos de la vacunación anti COVID-19, que es frenar los contagios y evitar muertes.
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De acuerdo con el anuncio hecho por la vocera gubernamental Rosario Murillo, las primeras vacunas estarían siendo aplicada a la población de mayor riesgo, ente ellos, enfermos crónicos. Ante tal anunció, el CCM recuerda que, «según datos mostrados en el mapa de salud del Ministerio de Salud (Minsa), el programa de atención a enfermedades crónicas ha mantenido entre 2017 a 2019 una cobertura no mayor a un 60% (444 mil) del total de las personas censadas», es decir, el 40 por ciento de los enfermos crónicos han quedado sin ser atendidos.
«Esto significa que no se puede basar un programa de vacunación urgente tan solo en un programa con limitaciones en su cobertura y continuidad, sino que se deben aprovechar todas las estrategias y oportunidades de acceso rápido a la vacuna, tomando en cuenta que esta población debe ser priorizada y ofrecerles la vacuna de primero junto con los trabajadores de la Salud garantizando las dos dosis para lograr protegerlos», recomiendan los expertos.
El comunicado hecho público por los profesionales del CCM recomienda organizar el programa de vacunación basado en «oferta proactiva», que permita poner en práctica diversas estrategias de accesibilidad para cubrir de manera urgente a los grupos más vulnerables, de tal manera que se pueda vacunar a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible y sin que se pierdan dosis por mal manejo ya que una vez que un frasco de vacuna sea abierto, debe ser utilizado.
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Entre las recomendaciones más importantes, el Comité recuerda que es urgente asegurar la cadena de frío para garantizar que la vacuna sea eficaz y manejarlas según protocolos del Minsa. Organizar a la población beneficiaria, haciendo público los criterios de selección por exposición y vulnerabilidad para que se cite de forma escalonada, disminuyendo el riesgo de contagios por aglomeración.
Asimismo, sugieren que se debe establecer puestos de vacunación exclusivos para la vacuna anti COVID-19, dentro de las comunidades, con suficiente espacio y ventilación, apoyándose en brigadistas de salud, las clínicas privadas y sin fines de lucro que actualmente atienden personas con la COVID-19.
Otra recomendación que le hacen a las autoridades es que se debería involucrar en el proceso de vacunación a las clínicas previsionales que atienden a pacientes crónicos, así como a las empresas, instituciones y asociaciones de personas que son de alto riesgo, lo cual incluye a mayores de 60 años.
Personal de salud debe ser priorizado
«Dado que el personal de Salud está en primera línea es prioritario en la vacunación anti-COVID- 19 debe establecerse un plan con cronograma para cubrir las unidades del sistema público, previsional, privado lucrativo y no lucrativo, pequeño y grande. Es imperativo que el Minsa haga público el plan de vacunación con un claro cronograma de cobertura progresiva de los diferentes grupos de población según su grado de exposición al riesgo y vulnerabilidad», señala el comunicado del CCM.