Ante el desconocimiento que tiene la población de Nicaragua acerca de la evolución del COVID-19 y de la llegada de la vacuna, debido al secretismo del gobierno de Daniel Ortega, la Organización panamericana de la salud (OPS) afirmó que es necesario que exista una información transparente para contestar las interrogantes que han surgido referente a la pandemia.
El director de emergencias en salud de la OPS, Ciro Ugarte, expresó que por más que se tenga una preparación adecuada, que se esté implementando los planes y que se esté activando todos los mecanismo de respuesta adecuada, si no hay una adecuada comunicación a la población, «el mensaje no pasa como debería pasar».
Además agregó que «una información transparente, a tiempo, suficiente, es una medida muy importante para que la población pueda tomar parte en las respuesta referente a las medidas de protección y a la llegada y el despliegue de la vacunación».
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En cuanto al protocolo de vacunación ante la llegada de las primeras dosis a los países de la región y que tiene prevista que entre en el mes de marzo, el especialista indicó que la OPS elaboró una guía para los países para tener una estrategia de comunicación de riesgos sobre las vacunas contra la COVID-19.
«Y es una publicación que los invito a revisar porque hay lineamientos muy especifico y prácticos de cómo abordar varios aspectos de la vacunación desde la parte operacional, pero también de las medidas que se tiene que tomar cuando se realice la inmunización y cómo la población debería comportarse luego de la primera y segunda dosis», destaco Ugarte ante la interrogante de que si los planes y protocolos de vacunación contemplan el manejo de reacciones adversas.
Llegada de la vacuna en marzo
En cuanto a la llegada de la vacuna, el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, dijo que el mecanismo COVAX está trabajando con los productores de la medicina para que esta llegue lo más pronto posible en el mes de marzo, sin embargo informó que algunos países recibirán las dosis en los últimos días de febrero.
En referencia a las vacunas y la prioridad que se debe dar, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, dijo que «el poder que tienen las vacunas para salvar vida no debe ser un privilegio para algunos, sino un derecho para muchos, especialmente para los países que están en mayor riesgo como aquellos que están en las américas que siguen siendo el epicentro de la pandemia».

«Nuestra región necesita tener vacunas tan pronto como sea posible y tantas como sea posible para poder salvar vidas» resaltó Etienne, quien agregó que los países que están listos para recibir la primeras dosis contra la pandemia, fueron notificados acerca de los envíos», sin embargo se desconoce si a Nicaragua se le notificó acerca de la llegada de las vacunas a través del mecanismo COVAX.
Llega donación de vacunas Sputnik V a Nicaragua
Aunque las dosis contra el COVID que serán donadas a Nicaragua a través del mecanismo COVAX no llegan, se conoció que la noche del martes, 23 de febrero, llegó al país una donación de dosis indeterminada de vacunas rusas contra el COVID-19 Sputnik V, destinada a inmunizar de manera «inmediata» a pacientes crónicos; la información la dio a conocer la vocera gubernamental y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo.
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«Ayer (23 de febrero) tarde-noche, recibimos con gratitud una donación inicial de las vacunas Sputnik V como símbolo de la amistad y la cooperación solidaria entre la Federación de Rusia y el gobierno y pueblo de Nicaragua. Esta muestra de vacunas que recibimos con mucha gratitud está resguardada debidamente con todas las condiciones de frío que esas vacunas exigen», manifestó Murillo sin brindar mayores detalles.

Este primer envío será destinado para atender casos urgentes de pacientes con enfermedades crónicas como insuficiencia renal, cardiopartía y padecimientos oncológicos. «Tenemos que atender a las personas más vulnerables que son aquellas que por padecimientos están más expuestas y corren más riesgo», manifestó la vicemandataria.
Hasta el momento se desconoce si el gobierno de Daniel Ortega cobrará por la aplicación de las vacunas que ingresen al país, ya sea por el mecanismo COVAX o por otras organizaciones, tal como lo hizo con las pruebas para detectar el coronavirus, que tiene un costo de 150 dólares, aunque el Banco Centroamericano de Integración Económica donó al régimen más de 26 mil pruebas, que debieron aplicarse gratis a los ciudadanos, pero que nunca se supo de ellas.