Un estudio realizado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) presentado este jueves, 28 de enero, constató que la mayoría de los nicaragüenses no tienen un concepto claro sobre qué es Democracia y se inclinan por un líder político «caudillista».
El documento titulado «¿Qué opinan los nicaragüenses? Un análisis sobre las creencias sociales, económicas y políticas de los nicaragüenses», resalta que desde el 2018, año de las protestas sociales, los anarquistas y autoritarios han aumentado, evidenciando una sociedad polarizada o dividida, a las puertas de unas elecciones generales previstas para noviembre.
«Observamos cómo el apoyo al sistema político de Nicaragua se fue reduciendo. Pero, todavía hay personas que creen que se debe apoyar al sistema de gobierno que existe, el 34% de los nicaragüenses lo cree», afirma Funides. «Este porcentaje puede asociarse a la proporción de la población que tiene, hasta ahora, afinidad con el sistema de Gobierno actual».


Subrayaron que desde el 2018, se redujo el porcentaje de la población con un nivel alto de apoyo al sistema político, a la vez que aumentó el porcentaje de población con un nivel bajo de tolerancia política.
«Esto quiere decir que hay menos personas orgullosas del sistema político del país y que lo apoyan, pero también hay más personas que no están de acuerdo en que las y los ciudadanos que critican al gobierno tengan derecho a votar, que puedan llevar a cabo manifestaciones pacíficas para expresar su punto de vista o dar discursos en televisión. Lo anterior refleja un problema de polarización, que también se observa en la preferencia de las y los ciudadanos sobre los mecanismos para solucionar la crisis política», señala.
Un tercio de la población no sabe qué es Democracia
El 74.4% de los nicaragüenses afirma que la democracia es la mejor forma de gobierno, pero a medida que profundizan en el tema, se confima que una de cada tres personas tiene actitudes contradictorias sobre la democracia. «La gente no sabe qué es la democracia», resaltaron los expositores. Además, se identifican tendencias autocráticas en dos de los tres grupos analizados, indica Funides.
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Al hablar democracia liberal entendida como respeto al Estado de derecho, elecciones libres y transparentes, compromiso del ciudadano para participar activamente en la vida cívica, libertades públicas, un grupo dice sí saber en qué consiste, «pero andaban perdidos. Y ahí está el reflejo del porqué facilmente los nicaragüenses se pueden adaptar a narrativas elaboradas. La vas a aprender», destaca el Centro de pensamiento.
Cultura caudillista
El informe detalla que el grupo que simpatiza con un líder con características «caudillistas» está a favor de un dirigente carismático, que sepa cuándo pasar por encima de las reglas, que crea en Dios y que se identifique con las necesidades del pueblo. Incluso, esa característica de que el líder «se identifique con las necesidades del pueblo» (70%) prevalece entre quienes no simpatizan ampliamente con un liderazgo caudillista, por encima de otras características como la trayectoria profesional (41%).


«Las personas con un nivel alto de apoyo al sistema político están más a favor del diálogo nacional como forma de solucionar la crisis y a que se deje de protestar contra el Gobierno, que a la realización de reformas electorales. En cambio, las personas con un nivel bajo de apoyo al sistema le dan un mayor peso a la realización de reformas electorales y no consideran que dejar de protestar contra el Gobierno sea un mecanismo para solucionar la crisis».
Los resultados sugieren que más del 60% tiene tendencias autocráticas, esas personas se muestran a favor de limitar las protestas y los medios de comunicación; permitir la continuidad en el poder si la persona hace bien su trabajo; e infringir las leyes si es por «buena causa».
Economía «populista»
En lo económico, si bien todos los grupos están, en general, a favor de que el libre mercado (82%) es la mejor forma para organizar la economía, hay un grupo que apunta a la intervención del Estado mediante el cobro de impuestos a quienes tienen más ingresos y, de un Estado empresario, señala el estudio.


«Los que dicen que los buenos gobiernos tienden a aumentar impuestos a quienes tienen más, puede interpretarse como un discurso populista. Es clásico del populismo hablar de eso. No estamos diciendo que sea mal, sino que es algo de lo que se han apropiado los discursos populistas en los últimos años», manifestaron. Reiteraron que algunos están de acuerdo en «permitir romper las leyes (hacer cosas indebidas) en búsqueda del bienestar general para todos».
No al aborto
En las creencias sociales un 82.5% está a favor de la equidad de género en cargos públicos; 52.5 % está de acuerdo con que se prohíba el aborto terapéutico; mientras, un 28.9% está de acuerdo con el matrimonio igualitario.
«Las investigaciones sobre cultura política nicaragüense coinciden en que es caudillista, conflictiva y hegemónica, lo que ha dado lugar a ciclos de colapsos o círculos viciosos entre anarquía y dictaduras que han estado presente a lo largo de la historia del país», señala Funides.
El estudio recoge el análisis de informes elaborados en los últimos tres años. Más del 40% de las personas encuestadas eran mujeres, más del 70% tenían entre 16 y 45 años, más del 40% vivían en el área rural, y más del 50% tenían educación secundaria y técnica, seguido de las personas con educación primaria y empírica.
SOBRE EL DERECHO
Todos tenemos el derecho a elegir nuestro destino,
tenemos la libertad de creer o no en teorías conspirativas o golpes de estados imaginarios e inventados;
tenemos el derecho y la libertad para voluntariamente someternos o esclavizarnos a algo o a alguien;
a lo que no tenemos derecho,
es someter a los demás a nuestro triste destino.