La vocera gubernamental y segunda al mando de la dictadura de Nicaragua, Rosario Murillo, no desaprovecha oportunidad para lanzar sus «puyas» contra los integrantes de la oposición, a los que ahora llama «pobrecitos» y «enfermos», porque, según ella, tienen «odio en sus almas» y aseguró que su gobierno hace «valer día a día» la paz y la tranquilidad.
Murillo, que asume los cargos de coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, jefa de gabinete social, primera dama y vicepresidenta del régimen que encabeza su marido, Daniel Ortega; insistió que ellos promueven la paz para las familias nicaragüenses, en un país que mantienen bajo un estado policial, tal como lo ha denunciado la oposición.
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«Es todos los días que se construye la paz, y el amor, con odio nunca más, pobrecitos aquellos que sienten odio en sus almas, enfermos, son personas enfermas. No, ¡Con odio nunca más! Los pueblos avanzan, los pueblos trabajan y luchamos, eso sí, y luchamos para defender la concordia, luchamos con el alma buena desde los principios y los valores revolucionarios de Cristo Jesús, príncipe de la paz», dijo Murillo en una parte de su intervención de este jueves, 28 de enero, a través de los medios de comunicación al servicio de la propaganda orteguista.
«Paz seguridad, seguridad, tranquilidad, es lo que hemos hechos valer día a día en nuestra Nicaragua. Nicaragua y las familias nicaragüense queremos paz y bien, queremos vivir tranquilos, y merecemos vivir tranquilos, seguros, trabajar honradamente, estudiando, ya vamos a clases, y son tantos centenares de miles de estudiantes los que retornan a las escuelas al ciclo escolar de victorias de la educación este lunes, primero de febrero», agregó la vocera de la dictadura, aprovechando para anunciar el inicio de del año escolar 2021.
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La primera dama omitió los asedios y los allanamientos a las casas de los opositores y siguió insistiendo que quieren «vivir tranquilos, vivir seguros, trabajando, aprendiendo, cuidar nuestra salud responsablemente, eso es lo que queremos, vivir con amor, en amor al prójimo, como familias creyentes, cristianas, solidarios, familias de fe, pueblos de esperanzas…».

Rosario Murillo ha sido acusada por su propia hija Zoilamérica Ortega Murillo de haberla obligado a abandonar el país bajo presión y hostigamiento para mantenerla callada y no siguiera hablando por la acusación de abuso sexual que hizo contra Daniel Ortega en los años 90.
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Sin embargo, la vicedictadora no deja de insistir en sus intervenciones televisivas-telefónicas que su gobierno «trabaja para avanzar hacia el buen vivir, porque somos familia con valores, somos familias que atesoramos el privilegio de la paz, derecho y privilegio en un mundo tan complicado, un mundo lleno de tanto conflicto, aquí tenemos paz, y la cuidamos y la hacemos cada día».
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