La vicemandataria Rosario Murillo continúa sofocada con las aspiraciones presidenciales de varios opositores y, en particular, la de Cristiana Chamorro, contra quienes arremetió nuevamente este martes, 19 de enero, además celebró la aprobación de la pena de prisión o cadena perpetua que impulsó su régimen a las puertas de los comicios generales.
«¡Qué bonito lo que vimos ayer (lunes, 18 de enero), allá en Ciudad Darío! ¡Qué hermosa presentación de un año para la paz desde la Asamblea Nacional de Nicaragua!», manifestó en referencia a la aprobación de la pena de prisión perpetua contra quienes cometan «crímenes de odio», término con el que su régimen ha calificado las protestas sociales, la que fue votada por sus diputados sandinistas en la ciudad matagalpina.
«¡Hermosa presentación de la dedicación al trabajo, al buen trabjao, al bien común, a trabajar juntos y esa es la convocatoria de todos los días con amor a Nicaragua, con dignidad», celebró Murillo en su comunicación diaria a medios de comunicación gubernamentales. A lo inmediato, continuó con la línea de Daniel Ortega, quien hizo un llamado a una unidad postelectoral y reiteró la necesidad de «unidad» que es «entendernos, reunirnos y trabajar con sentido de Patria».
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«Así estamos (…) con el reclamo cotidiano del respeto a nuestros caminos soberanos en esta Nicaragua, donde las y los nicaragüenses sabemos cómo caminar y sabemos que lo estamos haciendo», manifestó Murillo, quien seguidamente arremetió contra los opositores.
«…y no tenemos la mirada puesta en otras latitudes para que nos aprueben o nos bendigan, entre comillas bendecir, aquellos que se creen ungidos para bendecir. Solo Dios bendice», protestó la vocera, quien se ha mostrado inquieta desde que comenzaron a resonar las precandidaturas y aspiraciones presidenciales. Aseguró que su régimen cuenta con una «enorme bendición» que radica en «su espíritu» y fe que «crece todos los días» porque están llenos de «amor».
«Así crecemos, así avanzamos, conscientes de ese espíritu que constituye nuestra enorme bendición, además es la inspiración cotidiana, nuestra fe, nuestra confianza y nuestra certeza de que Dios guía nuestros caminos porque no estamos llenos de odio, al contrario siempre hemos trabajado con amor y esperanza y en amor al prójimo».
Este día que entró en vigor la pena de prisión perpetua, la vocera reiteró que «el odio no tiene cabida en Nicaragua. El odio o la condición apátrida de quienes voltean a ver a otro lado, buscando el sentido de sus existencias desconociendo que aquí, Dios nos dio la vida; que aquí Dios nos permitió y nos permite crecer, estudiar y amar la patria», manifestó una airada Murillo, refiriéndose a sus adversarios, a quienes cataloga de «vendepatrias» y de buscar apoyo de los Estados Unidos, principalmente.
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«Tenemos la opción, recordemos, el libre albedrío: Podemos amar la Patria o podemos destruir la Patria. Es asunto de nuestra libertad espiritual, pero las mayorías que saben, que sabemos, que conocemos que venimos a este mundo a aprender y a trascender, sabemos que es el amor la única herramienta para salir adelante (…) Con odio nunca más», dijo una amenazante Murillo.
En su mensaje contra «quienes a lo largo de nuestra historia han profesado odio» resaltó que «el odio es el que discrimina, el odio representa el egoísmo, la avaricia y falta de humanidad. El odio es el que entrega a la Patria también, solo el que odia a su Patria, es el que entrega a la Patria», repitiéndoles su señalamiento de «vendepatrias».
En su continuada descalificación contra los aspirantes a la administración pública, en especial contra Cristiana Chamorro, indicó que «el odio es el que anda mostrando, sacando diente, mostrando sonrisa falsa como que fuéramos todos buenos. Nadie es cien por ciento bueno o ciento por ciento malo. Hay de todo en la vida».
«Procuremos ser mejores cada día, aprendiendo a leer y practicar los mensajes de nuestra fe, los que tenemos fe en Dios, y este es un pueblo 99 por ciento creyente, cristiano, devoto, y con orgullo lo decimos. No somos un pueblo de ateos, habrá quienes sean ateos y bueno, respeto, pero la mayoría somos creyentes, devotos».
La sancionada vicepresidenta declaró una vez más que «esa conciencia es nuestra mayor bendición que es el alma de este pueblo que es la fe». Y en su mezcolanza sostuvo que «la fe nos vale y la fe es la que se muestra en los proyectos que avanzan paso a paso, a pesar de los destructores, a pesar de quienes todavía se ufanan de haber destruído y todavía proponen seguir destruyendo».
Finalizó enfatizando a sus adversarios que su régimen no permitirá lo que denomina «odio y destrucción». «Decíamos libre albedrío, pero amor con amor se paga», les advirtió.
«El odio no deja buenos frutos ni al que lo siente porque se enferma y es un intoxicado, intoxicada o envenenado o envenenada, el odio enferma, ciega, niega; el amor ilumina, todo puede y todo vence», manifestó una martirizada Murillo.