La vicepresidenta y vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, informó que envió condolencias a la familia del obispo de Granada, monseñor Jorge Solórzano, por el fallecimiento de su hermano Diego Donaldo Solórzano Pérez, asesinado por desconocidos este lunes, 11 de enero; y afirmó que el crimen responde a la «violencia delincuencial».
«Hay dolores, hay aflicciones, así como hay alegrías y hay celebraciones. Queremos enviar nuestras más sentidas condolencias a monseñor Jorge Solórzano Pérez, hoy perdió a su hermano, jefe de una familia muy trabajadora que habita en el barrio Monseño Lezcano», inició su mensaje a la familia doliente, durante su acostumbrada comunicación a medios gubernamentales.
Murillo refirió que Diego Donaldo era dueño de una ferretería y estaba estacionando su vehículo a las 7:50 de la mañana cuando dos sujetos a bordo de una motocicleata le dispararon.


«¡Qué crimen! Esa es la violencia que debemos evitar, trabajamos para evitar esa violencia producto de la delincuencia y nos ha dolido mucho la pérdida de un ciudadano humilde, trabajador, sensible, honorable, y así se lo hemos dicho a su hermano monseñor Jorge Solórzano», señaló Murillo, adelantando su resolución de que el caso responde a la delincuencia común.
Noticia relacionada: Asesinan a hermano del obispo Jorge Solórzano
«Nos comunicamos para trasladarle nuestra tristeza y pedirle que hiciera el gran favor de trasladar también nuestras condolencias a su mamá, una señora muy mayor, cien años dicen que tiene doña Josefa Pérez, que nos hiciera el gran favor de trasladarle nuestro cariño y nuestra solidaridad. Igual que trasladamos nuestro cariño y solidaridad a doña Isabel, esposa de don Diego, y a sus hijas Isabel Cristina y Ana Isabel Solórzano Reyes, también a sus nietos», añadió.
«Estamos tristes, estamos consternados», continuó al reiterar que «este tipo de eventos que consideramos desastrosos porque siempre la violencia, la delincuencia es un desastre, que tenemos que seguir combatiendo, confiando en Dios que nos dé y nos da la fuerza para trabajar con energía y decisión todos los días».


«Nuestro cariño, nuestro respeto a monseñor Jorge (Solórzano), y a toda su familia, a doña Josefa- su mamá- y al hogar de don Diego Donaldo… con mucha tristeza, pero también con mucha fe».
Horas después del crimen, Murillo manifestó que la Policía continúa trabajando en las investigaciones «para asegurar muy muy pronto resultados conclusivos que permitan que se castiguen los responsables de este crimen de violencia delincuencial».
Pese a la numerosa presencia policial en muchos puntos de la capital, Managua se ha convertido en una ciudad cada vez más insegura. Organismos de derechos humanos y organizaciones civiles han hecho notar que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha destinado mayor fuerza policial para asediar, perseguir y reprimir a la oposición que para combatir y prevenir la delincuencia.