Las aglomeraciones de personas sin las debidas medidas de protección han provocado en la última semana un notable aumento de casos sospechosos de COVID-19, según el Observatorio Ciudadano. Entre el 3 y el 9 de diciembre ese organismo registró 118 contagiados de coronavirus desde nueve departamentos y regiones de Nicaragua.
Con estas cifras, Nicaragua acumula un total de 11,557 pacientes sospechosos, verificados por ese equipo multidisciplinario desde que el Ministerio de Salud (Minsa) hizo oficial el primer caso el 18 de marzo de 2020. Por su parte, la institución sanitaria solo reconoce 5,887 ciudadanos afectados por el virus y 162 fallecimientos.
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«En el país se continúan presentando casos de COVID-19. Las aglomeraciones, sin las adecuadas medidas de prevención, incrementan el riesgo de contagio. Después de algunas semanas en las que los reportes tanto de casos como de fallecidos habían disminuido, hemos notado un incremento sostenido tanto en el número de nuevos casos sospechosos como de nuevos fallecimientos», indica el documento dado a conocer este fin de semana.
De acuerdo con las estadísticas manejadas por ese organismo de la sociedad civil, Managua acumula 4,398, Matagalpa 1,242, León 850 casos, Estelí 722 y Masaya 670. Asimismo, Madriz tiene 579 contagios, Chinandega 376, Jinotega 374, Granada 321 y Nueva Segovia 282.
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Hasta el nueve de diciembre, el Observatorio Ciudadano ha verificado 2.822 fallecimientos por neumonía o sospechosas de COVID-19. El departamento de Managua acumula 33% de todas las muertes mientras que Masaya el 10%, Matagalpa 8%, León 7%, Chinandega y Estelí 5% cada uno. En tanto, Granada y Chontales reportan el 4% de los casos de decesos por coronavirus, respectivamente-
Preocupa situación en la Costa Caribe
El Observatorio llamó la atención sobre la situación que atraviesa la población de las regiones de la Costa Caribe donde la distancia y la inaccesibilidad, así como la falta de atención medica y de condiciones higiénicas hacen más vulnerable a la población, a lo que se une la critica situación provocada por la emergencia provocada por el paso de los huracanes Iota y Eta.
«Preocupación ante la situación de los pueblos indígenas: Fue reportado que en los territorios miskitos y mayangnas, en los primeros meses de la pandemia, había poca información sobre la COVID-19 o no era compartida en su lengua. Además, se reportó que en comunidades miskitas existieron casos de COVID-19 aunque no hay ningún registro oficial que lo demuestre. Esta situación de riesgo que se vive en la Costa Caribe empeoró después de los huracanes Eta e Iota, ya que no se utilizan mascarillas ni se toman medidas de distanciamiento en los albergues y muchas familias no tienen acceso a agua», indica el informe.
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En cuanto a la situación del personal de Salud, el Observatorio Ciudadano reporta que 832 trabajadoras y trabajadores han presentado sintomatología asociada o presuntiva de COVID-19 y que a la fecha hay 111 muertes de esa área
Llaman a cuidarse
La organización que aglutina a especialistas de la salud llamó a la organización para dar seguimiento y atención a la pandemia del COVID-19, ante la indiferencia y negligencia gubernamental en la atención de la crisis. Debido a que en el mes de diciembre es cuando más se dan aglomeraciones motivadas por las fiestas tradicionales de Navidad y fin de año, los médicos recomiendan seguir tomando todas las medidas de prevención para evitar los contagios.
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Durante «La Gritería», fue notable la gran cantidad de personas que salieron a las calles a cantar a la Virgen María sin mascarillas y sin guardar el distanciamiento social.

«Instamos a la población a continuar tomando las medidas de prevención y protección durante las celebraciones de diciembre. Hacemos un llamado a cuidarnos y cuidar a quienes queremos, al celebrar en familia tratar de guardar la distancia, usar mascarilla, lavarse las manos y reunirse en un lugar ventilado. Reír, cantar, gritar son actividades que emiten muchos aerosoles que pueden estar contaminados. También instamos a proteger a sus familiares más vulnerables, como personas adultas mayores o con enfermedades preexistentes, recuerden que las y los jóvenes pueden portar el virus, ser asintomáticos y aún así contagiar a otras personas que desarrollarán síntomas graves de la enfermedad», destacan.