La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aún en medio de la crisis humanitaria que atraviesa el país después del paso de los huracanes Eta e Iota que provocaron millonarias perdidas materiales y al menos 21 muertos, anunció con pompas que graduó, el jueves 19 de noviembre, 954 policías más, los que pasan a engrosar las filas de las fuerzas represivas que ya superan en al número de efectivos al Ejército de Nicaragua, según estimaciones de expertos.
Con los 954 nuevos efectivos policiales, solo en lo que va del año 2020, el régimen Ortega-Murillo ha graduado en tres cursos básicos, en la Academia Policial Walter Mendoza, en total a 2472 agentes y con ello, según los datos publicados por los anuarios estadísticos, la Policía, el brazo represivo de la dictadura, ya supera los 19 mil hombre en sus filas.
En videos del acto de la última graduación policial, hechos públicos por varios medios de comunicación oficialistas, se puede ver en varios bloques, en formación a los nuevos agentes policiales que pasan a servir a la dictadura y en el acto juran fidelidad y lealtad a «la revolución» y le dan vivas a Daniel Ortega y a Rosario Murillo.
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Ante la formación de los graduandos, el director de la Academia Policial, comisionado general Jorge Cairo Guevara, siguiendo una línea de discurso muy similar a la que usa la vicedictadora Rosario Murillo, expresó ante los graduando que «vamos a ser la pesadilla para quienes pretendan atentar contra la tranquilidad, la seguridad y la paz de nuestro pueblo», e inmediatamente grito: «Ante la patria y la revolución (sandinista)» y los nuevos policías contestaron con ímpetu, como si de una manifestación política se tratara: «lealtad, lealtad, lealtad», lo que denota un alto grado de adoctrinamiento político en favor del régimen sandinista, recibido en su preparación policial.
La tercera graduación policial del 2020 incluye a 677 agentes varones y 277 mujeres los que pasaron un curso básico de policía que tiene una duración de tres meses.
El policía que se graduó como primer expediente, Maximiliano José Saborío Ruiz, originario de Río San Juan, después de comprometerse en nombre de todos sus compañeros a cumplir las leyes del país «segundo el ejemplo de los héroes que con su sangre abonaron a la paz y tranquilidad de Nicaragua» gritó la consigna de rigor en el sandinismo: «viva el comandante José Daniel Ortega Saavedra», «Viva la compañera Rosario Murillo» y el bloque entero de graduandos contestó con tres vivas para luego remachar con la consigna oficial de la Juventud Sandinista de los años 80, «sin una juventud dispuesta al sacrificio, no hay revolución». Con ello, los jóvenes vestidos de policías y adoctrinados quedaron listos para salir a las calles.
El aparato represor que sostiene a la dictadura
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, para sostenerse en el poder, desde su ascenso en el 2007, empezó un proceso de fortalecimiento de la Policía y de adoctrinamiento de sus miembros para garantizarse fidelidad. Siguiendo esa línea, Daniel Ortega, en septiembre del 2018, en medio de la crisis provocada por la rebelión popular que reclamaba democracia, nombró como director general a su consuegro Francisco Díaz.
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Antes, ya había empezado a aumentar el numero de efectivos en la institución. El anuario estadístico de la policía indica que para el año 2007, cuando Ortega llegó al poder, Nicaragua tenía 8,876 policías entre efectivos operativos, de transito y administrativos, sin embargo, ya para el 2014, contaba con 13,549 efectivos
El crecimiento de las fuerzas policiales siguió en ascenso y para el 2017 la cifra aumentó hasta 15,479 efectivos. Con la represión ordenada por Ortega y Murillo en el 2018 el numero de policías descendió, algo que nunca reconoció el régimen pero sí es notable en el anuario policial que indica que en ese año se cerro con 14,946. Esto pudo deberse a deserciones de efectivos que no quisieron participar de la represión.
Ya para el 2019, la institución forzó cinco aceleradas graduaciones de policías: una en marzo, dos en junio, una en octubre y la última en diciembre, con las que totalizaron 1,920 nuevos agentes que aumentaron el numero total de efectivos policiales a nivel nacional para finales del 2019 hasta los 16,866 oficiales. Sumando los 2,472 que se graduaron en los tres cursos básicos del presente año, la institución policial tiene ahora un total de 19,358 policías, equivalentes al 118.09% más, con relación al número de policías que había en 2007, cuando Ortega asumió el mando del gobierno.
Con el aumento del número de efectivos policiales aumenta considerablemente el presupuesto estatal para esa institución. Según un análisis realizado por el economista Leonardo Labarca, publicado por la revista Confidencial, el presupuesto de gasto de la Policía Nacional pasó de 598.4 millones de córdobas en 2005, dos años antes del retorno de Ortega al poder, a 3,836.24 millones en 2020, es decir, tuvo una variación del 641 por ciento en 15 años.
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Labarca basó su análisis en los datos de los libros del Presupuesto General de la República, entre 2005 y 2018. El experto refiere que la Policía Nacional tuvo un aumento promedio cada año del 15.12 por ciento.
Pese a la crisis económica que enfrenta el país producto de la rebelión popular de abril del 2018, agravada por la pandemia del COVID-19 y ahora con la crisis humanitaria ocasionada por el paso de los huracanes Eta e Iota, el régimen, que está pidiendo ayuda económica a la comunidad internacional para, según dicen, poder socorrer a los damnificados y reparar los daños, no deja de destinar dinero para fortalecer su aparato represivo de quien depende para sostenerse en el gobierno.
Es excesivo este aparato que, en lugar de ayudar
r a la población del país está causando demasiado gastos en un país ya tan empobrecido por culpa de este gobierno dinástico que se está engrandeciendo con tantos aparatos militares.
Verdaderamente se necesita de unas fuertes para acordar a ésta dictadura dañina para toda la población del país.
Quién lo podrá ha hacer?
Dios lo puede hacer, levantando la decisión más fuerte de toda la tierra; el número uno ya conocidos por todos.