El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin K. Sullivan, anunció que su país aprobó un desembolso de 100 mil dólares para apoyar a los ciudadanos que se vieron afectados por el paso del huracán Eta, el que causó severos estragos, en especial, en el Caribe Norte y departamentos como Nueva Segovia, Jinotega y Rivas.
El diplomático a través de su cuenta de Twitter señaló que esa donación llega como respuesta al «llamado de asistencia internacional» después del impacto del ciclón, que golpeó al país convertido en huracán categoría cuatro. Asimismo, Sullivan destacó que «la ayuda será distribuida por las agencias de la ONU (Organización de Naciones Unidas)».
En respuesta a un llamado de asistencia internacional tras el paso del #HuracánEta, aprobé el desembolso de $100,000 de @USAID para los esfuerzos de ayuda a las comunidades nicaragüenses más afectadas. La ayuda será distribuida por las agencias de la ONU.
— Kevin K. Sullivan (@USAmbNicaragua) November 9, 2020
Con ello, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se une a respaldar a los comunitarios que perdieron sus viviendas y que también han clamado por comida, agua y medicamentos. El diplomático había usado sus redes sociales en días anteriores para expresar que estaba orando por «las regiones del Caribe nicaragüense. Durante mi visita en enero (2020) sentí la energía positiva y bondad de estas comunidades y los lazos duraderos que nos unen. Vamos a seguir monitoreando la preocupante situación del huracán Eta».
Noticia relacionada: Policía vigila puntos de recolección de donaciones y asedia a los que llegan a donar
Según la escueta información que ha reflejado el régimen de Daniel Ortega, previo a la entrada del fenómeno climático el tres de noviembre, evacuaron a 30 mil personas, la mayoría se refugiaron en iglesias, casas de familiares y otros centros que habilitaron para su resguardo.
Asimismo, detallaron que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) donó 88 toneladas de granos básicos. La distribución de esos alimentos ha servido para que la administración Ortega-Murillo haga proselitismo político, aprovechando la vulnerabilidad en la que se encuentran esos pobladores.
Eta dejó dos muertos y un desaparecido, luego que se registrara un deslave en la mina El Comal, en Bonanza. El suceso fue divulgado por los pobladores de la zona y un sobreviviente del derrumbe. Posteriormente, el Ejército de Nicaragua también habló sobre ese hecho, pero el gobierno de turno niega que el huracán haya dejado esas víctimas.

A su paso, Eta arrasó con viviendas, hubo crecida de ríos, colapso de puentes y cortes del servicio de energía eléctrica y el suministro de agua. El panorama es desolador y puntos como Wawa Bar y Karata, en Bilwi, así como Prinzapolka han clamado por ayuda. Pese a esto, la dictadura ha criminalizado las muestras de solidaridad y ha enviado a sus policías a asediar puntos habilitados para recolectar víveres para los damnificados. Insisten en que esa ayuda la tiene que canalizar el Sistema Nacional para la Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Sinapred) y que nadie más está autorizado para trasladar ese apoyo al área que sufre el impacto del huracán.