Tres de las figuras prominentes integrantes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) hicieron oficial su salida de esa agrupación opositora este sábado, 31 de octubre, tan solo días después que esa organización anunciara su renuncia a la Coalición Nacional (CN).
A través de una carta enviada al director ejecutivo de la Alianza, Juan Sebastián Chamorro, el doctor Carlos Tünnermann Berheim, la abogada Azahálea Solís y el doctor José Alberto Idiáquez y su representante ante ese grupo, Juan Carlos Gutiérrez, informaron que abandonan a esa grupo político alegando que su retiro se debe a que seguirán con la «búsqueda de justicia y democracia» para Nicaragua, fin que dudan podrían alcanzar estando en las filas de la ACJD.
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El Pleno de la Alianza decidió el 26 de octubre poner fin a su participación dentro de la Coalición, lo que llevó a Tünnermann, Idiáquez y Solís a replantearse su participación dentro de esa agrupación. En la misiva, los firmantes señalan que desde que decidieron incluirse en la lucha de los ciudadanos el 24 de abril de 2018, cuando fueron llamados por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), para ser partícipes de la mesa del Diálogo Nacional que se inauguró el 16 de mayo de ese año, tenían claros sus objetivos: luchar por encontrar una salida a la crisis sociopolítica y de derechos humanos del país.


Tras dos años en esa organización, los salientes aseguran que «la salida a la falta de democracia en Nicaragua tenía que resolverse a través de un diálogo, a través de mecanismos jurídicos y legales que permitieran al país evitar un nuevo conflicto con más derramamiento de sangre y vivir por fin en democracia. Por ello, resultaba crucial e histórico el esfuerzo de convocar en la Alianza Cívica a una amplia gama de sectores, posiciones, creencias, ideologías, adscripciones partidarias, entre otras diferencias. En suma, se estaba conformando un grupo en la que su diversidad era una de sus principales fortalezas, ya que expresaba la esperanza de que en nuestras conciencias y en el imaginario de la sociedad nicaragüense, la diversidad sea vista como una riqueza, como un gran activo social», objetivo que con el anuncio de la Alianza no se cumple.
Los delegados de la sociedad civil sostienen que en la lucha cívica se estableció que uno de sus propósitos era mantenerse en conexión con las «demandas de la ciudadanía y rendir cuentas» a los pobladores, pese a las inconformidades que podían surgir sobre su inclusión en ese grupo, bajo el argumento de «quién los eligió» o «a quién representan». Esa premisa los llevó a mantenerse en la línea de exigencia de justicia por las víctimas de la represión desatada desde inicios de abril de 2018, la libertad de los presos políticos y la búsqueda de un cambio democrático para la nación a través de reformas electorales.
Los firmantes recalcan que antes de que la Alianza oficializara su salida de la Coalición le dejaron en claro que esa decisión generaría desesperanza y que podría interpretarse como un grave «error de no prestar atención a los dolores de la población». En la alerta que plasmaron por medio de una carta titulada Diálogo y unidad de voluntades por Nicaragua, advirtieron «sobre el vacío de liderazgo que provocaríamos en la perspectiva internacional. Mostramos nuestras consideraciones sobre el riesgo de realizar un movimiento táctico sin estrategia. Hicimos un llamado sobre una separación con heridas abiertas. Exhortamos a asumir nuestra responsabilidad ante Nicaragua, recordando que el llamado y compromiso que asumimos en 2018. La carta no tuvo la atención del Pleno».
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Igualmente, encaran a los directivos de la Alianza, a quienes les hacen saber que «las preguntas sobre las razones de la salida de la Coalición Nacional aún carecen de respuestas». Ante eso, emitieron una nueva carta, tres días después del anuncio de ruptura en la que cuestionaron «¿cómo se va a trabajar en un proceso de unidad amplio? ¿cuál es la estrategia, el plan, qué pasos se han dado al respecto? ¿con qué organizaciones se va a gestionar la nueva alianza? ¿cómo se va a recomponer la relación con la Unidad Nacional?», interrogantes que también quedaron en el limbo.
Los salientes resaltan que cada uno desde sus trincheras seguirá en su lucha por una Nicaragua libre y por el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en marzo de 2019, que exigen el cese de la represión y garantía de libertades para el país.
No queda menos q felicitar a estos héroes d la revolución cívica q hoy corrigen sus errores. Igual se debe felicitar al Sr rector q lo hizo días atrás. Esta es la decisión correcta. Los señores del capital sólo han buscado conservar eso, su dinero, x esa razón coquetean con el dúo asesino y le piden cacao. Realmente nunca les ha interesado la gente de a pie, los secuestrados políticos, los muertos, los exiliados y ninguna otra cosa más q su capital. Se enriquecieron con ortega y ahora buscan eso nuevamente, pisoteando sus propias palabras. Los felicito, a todos, hoy hacen historia con esta decisión
En la Alianza hay algunos, que son lacras, de cuello, sólo que lo andan, pensando, es ambiciones,
pero que se preocupen, ..por el pueblo es mentira,
La verdadera razón por la salida de la AC de la coalición, es que el capital del país (empresarios) no tienen la sarten de la mano en la coalición, para hacer sus famosos pactos, Lo lamentable es que están arrastrando con ellos a los estudiantes de la AC (Lester Alemán y demás) para usarlos de vampara para disque representar el espíritu de abril. Están cometiendo un grave error en la historia de Nicaragua.