El expreso político Lenin Antonio Salasblanca Escobar, comerciante de 37 años, denunció otra vez el acoso constante por parte de efectivos policiales de Juigalpa, Chontales, quienes este viernes, 11 de septiembre, lo obligaron a bajarse de un taxi para registrar la mercadería que traía de Managua.
El comerciante, conocido por su coraje para encarar a los operadores de la dictadura, detalló que los uniformados detuvieron el taxi que abordó cuando regresaba a su casa en Juigalpa. En el lugar, bajaron a todos los pasajeros y procedieron a registrar la mercadería.
«¿Tienen miedo de que se les levanten de nuevo? ¿Ese es el temor que tienen?(…) Sé que tienen ganas de echarme preso de nuevo, pero siempre los voy a seguir denunciando», se escucha en el video que Salasblanca compartió en sus redes sociales, al momento de la revisión.
En declaraciones a Artículo 66, el comerciante aseguró que desde que salió de las celdas, donde fue llevado por motivos políticos, el asedio ha sido continuo. En esta ocasión, los uniformados regresaron a apostarse en las afueras de su casa a distintas horas del día. Según el joven, ya son tres días que se encuentra bajo la vigilancia y acoso permanente.
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La última vez que lo acosaron en su vivienda, en días consecutivos, fue en julio, en el contexto de la conmemoración de la Revolución Sandinista. «Siempre que me han requisado nunca me han encontrado absolutamente nada», señaló Salasblanca.
Ante la pregunta sobre su valentía para filmar y denunciar los hechos bajo una dictadura, asegura que «siempre he sentido temor, pero siempre he sentido amor por mi patria, amor por mi familia y eso me hace seguir denunciando. No hago nada malo, es malo para ellos (la dictadura) que no les gusta que se les diga la verdad, que quieren ver a un pueblo callado, ver al pueblo sumiso, un pueblo doblegado».
Esta es la quinta ocasión que Lenín Salasblanca denuncia el acoso por parte paramilitares, policías y fanáticos del régimen de Daniel Ortega. Hace meses, Salasblanca también acusó al régimen de negarle la atención hospitalaria a su esposa embarazada, por razones políticas, lo que provocó que su recién nacido falleciera. El asedio es una constante que la dictadura aplica contra los opositores que salieron en libertad en junio de 2019 bajo la ilegítima Ley de Amnistía.