La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, se mostró este miércoles muy dolida por el anunciado fracaso en las pruebas de efectividad de la vacuna conocida como «de Oxford» que se desarrolla en Inglaterra como un posible medicamento para prevenir los contagios del COVID-19. La vocera del régimen ni siquiera mencionó la vacuna rusa que había prometido producir en el laboratorio Méchnikov que instalaron los rusos en Managua.
Durante la alocución diaria en sus medios de comunicación, la segunda al mando de la dictadura que preside su esposo Daniel Ortega, en un tono que denotaba un lapsus existencialista dejó entrever que estaba muy esperanzada en el éxito de la vacuna inglesa y no en la vacuna de sus aliados rusos, por lo que el fracaso de Oxford la dejó en la incertidumbre.
«Reina en el mundo la incertidumbre, son días muy inciertos, no hay nada absolutamente seguro, incluso, la buena noticia de una vacuna en Oxford está detenida, hubo una consecuencia no esperada. Vivimos en un mundo donde la constante es la incertidumbre, estamos en un mundo donde en cualquier momento nos toca la eventualidad positiva o negativa», dijo Murillo refiriéndose solapadamente a las muertes por coronavirus que llenan de incertidumbre al mundo y más ante el fracaso de la vacuna de inglesa.
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El laboratorio AustraZeneca que en conjunto con la Universidad de Oxford desarrollan una vacuna contra el COVID-19 anunciaron el martes que suspendían temporalmente la fase tres de las pruebas del medicamento debido a una reacción adversa en uno de los voluntarios que se someten al experimento.
El régimen Ortega-Murillo ha alardeado varias veces sobre la capacidad que tendría el Gobierno de producir la vacuna contra COVID-19 que anunció Rusia y aseguró estar en capacidad de producirla en el Instituto Latinoamericano de Biotecnología Méchnikov, con sede en Managua, y además, distribuirla entre los vecinos de Mesoamérica. No obstante, hace semanas que ya no mencionan esa posibilidad.
“En nuestra Nicaragua de paz y bien, estaremos en capacidad de fabricar estas vacunas, así lo ha dicho el director de Méchnikov, Stanislav Uiba, en nuestro país, pero además de consumirla localmente y proteger a las familias nicaragüenses, también poderla exportar, por lo menos a la región centroamericana”, dijo Murillo en agosto .
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Sin embargo, poco tiempo después, el propio Daniel Ortega, durante un acto público en una de sus pocas apariciones de los últimos meses, se lamentó porque su gobierno no tiene dinero para adquirir medicamentos para combatir el COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reaccionó con cautela ante el anuncio de los científicos rusos sobre la vacuna, debido al tiempo que toma que estas pasen por todas las pruebas necesarias antes de ser aplicadas de forma general. En las últimas referencias que han hecho tanto Ortega como Murillo a la pandemia de COVID-19 y los medicamentos para combatirla no han vuelto a alardear con la promesa rusa para combatir el coronavirus.
SPUTNIK V
No hay tal fracaso de la vacuna. Agradecer la transparencia de haber informando de UNA persona con una complicación. Estan analizando si realmemte se debe a la vacuna. Son procesos normales.