La pandemia del COVID-19 está dejando grandes ganancias al comercio farmacéutico desde marzo de 2020, cuando las autoridades confirmaron el primer caso positivo de coronavirus en el país, indica el reciente informe de la Fundación Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), publicado este jueves, tres de septiembre.
Según el escrito, durante los primeros seis meses del año, la población recurrió a las farmacias para abastacerse con productos relacionados para combatir el coronavirus como: alcohol, mascarillas, guantes, gel antibacterial, medicamentos, entre otros. También, aumentó la demanda de los hospitales para tratamientos de COVID-19, mientras las ventas de otros productos no asociados al virus disminuyeron.
Esto dejó como resultado que durante el primer semestre con respecto al año anterior, el sector creciera un 14.6 por ciento en ventas reales, con el impulso del 27.5 por ciento de aumento en el segundo trimestre de este año.
El informe titulado «Situación y perspectiva del sector comercio y servicios» fue realizado por Funides en coordinación con la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN), el cual analizó la situación del 41 por ciento del sector comercio, de acuerdo con sus ventas.
El documento muestra que en medio de la crisis sanitaria, el sector farmacéutico se ubicó por encima del sector de insumos agropecuarios, que fue otro rubro en tener resultados positivos durante el primer semestre del año. Le siguen el sector alimentos, artículos de ferretería, pinturas y vidrio; bebidas, maquinaria y equipo agrícola, y tabaco, los que presentan resultados negativos.

Para el segundo semestre, se proyecta una caída del seis por ciento en el sector farmacéutico, debido a que la mayoría de la población ya se abasteció y algunas compras no se repetirán; aunado a la precaria situación económica de los clientes, considerando la tasa de desempleo asociada con la crisis. No obstante, la demanda por farmacéuticos para prevenir el COVID-19, continuará.
Al finalizar el año, se proyecta que el sector cerrará con un 6.4 por ciento de crecimiento en ventas reales, por encima de los demás sectores analizados.
Durante este año, la población también ha denunciado un sobreincremento en los precios de productos para prevenir el coronavirus, lo que al parecer está dejando lucrativos recursos a la industria. Sin embargo, en los efectos aparte de ventas se prevé un posible inventario insuficiente, que repercute en la demanda de recursos para reabastecimiento, así como los costos de mercadería y fletes.
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También se teme por complicaciones en la Dirección General de Aduanas, congelamiento de precios para el sector, aumento de impuestos y en el tiempo de espera en las cadenas de distribución internacional, según el documento.
Igualmente, los altos costos de la tarifa de energía eléctrica representan un cuello de botella, demostrando que la reducción del 3 por ciento que el gobierno anunció recientemente, no ha surtido efecto.
El panorama también llena de incertidumbre a todos los sectores, debido a un posible desmejoramiento del entorno económico, devaluación de la moneda y el temor generalizado de una nueva reforma fiscal.