La Comisión Interamericana de Derechos Humano (CIDH) está enfrentada en un conflicto de funciones y competencias con la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) por el nombramiento del director ejecutivo del organismo regional de los Derechos Humanos
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, rehúsa renovar el contrato de Paulo Abrao, como secretario ejecutivo de la CIDH. Según Almagro, la no renovación en el cargo es por una serie de denuncias «de carácter funcional» que impiden que Abrao continúe en el puesto que ocupó hasta el pasado 16 de agosto.
La CIDH, en un comunicado oficial, señala que el Secretario General de la OEA (Luis Almagro) se ha negado a renovar el contrato de trabajo de su secretario ejecutivo y acusa al secretario general de no respetar la independencia y la autonomía del organismo defensor de los Derechos Humanos.
«Ante la decisión del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de abstenerse de avanzar en el proceso de renovación del mandato de su Secretario Ejecutivo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su más enérgica protesta; así como su alarma ante un grave embate contra su independencia y autonomía», expresa el comunicado de la CIDH.
Ante este señalamiento la Secretaría General de la OEA contestó con otro comunicado oficial en el que señala que la decisión de no renovar el contrato de Abreu está motivada por una serie de denuncias contra el exdirector ejecutivo y advierte que no deben mezclar la independencia del organismo con actuaciones personales.

«Ante el comunicado emitido hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) expresa que lamentablemente no se ha podido avanzar en el proceso de designación del Secretario Ejecutivo de la CIDH debido a la existencia de decenas de denuncias de carácter funcional que han sido presentadas ante los mecanismos institucionales encargados de garantizar y promover los derechos de las y los funcionarios de la Organización y de procesar en este caso las reiteradas denuncias sobre posibles violaciones de sus derechos», contestó la oficina del secretario general de la OEA.
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Aunque en ninguno de los comunicados emitidos por las dos instancias de la OEA se deja claro de qué tipo de denuncias contra Abrao estarían hablando, lo que sí dejan claro es que hay un informe de carácter confidencial elaborado por la oficina del Ombudsperson (defensor de las personas) de la OEA donde se denuncian abusos contra funcionarios del organismo y violaciones a sus derechos y eso estaría motivando a la Secretaría General a no renovar el contrato.
El conflicto ha generado una serie de señalamientos que van de uno y otro lado. La CIDH señala que es su competencia seleccionar y elegir a su secretario ejecutivo y que así lo hizo.
«En ejercicio de esas mismas atribuciones, la Comisión Interamericana, durante la sesión realizada en México del 8 al 9 de enero de 2020, decidió por unanimidad renovar el mandato a su Secretario Ejecutivo (Paulo Abrao) para el periodo 2020-2024, el mismo 9 de enero se le comunicó por nota oficial al Secretario General conforme el Artículo 11, inciso 3, del Reglamento de la Comisión y para los efectos de su contratación administrativa. Asimismo fue hecho del conocimiento público mediante el comunicado 05/20 de fecha 10 de enero. Entre las razones que motivaron la decisión de la Comisión Interamericana de renovar el mandato al actual Secretario Ejecutivo y confirmarle su confianza, fue la necesidad de contar con un Secretario Ejecutivo que tenga las condiciones y capacidades para consolidar un proceso de transformación y modernización de las labores de la Comisión; que pueda liderar el proceso de conclusión de su Plan Estratégico 2017-2021; así como la construcción de su nuevo plan para el futuro, acorde con su visión para la protección de los derechos humanos en la región», dice la CIDH.
Por su parte, la secretaría general de la OEA argumenta que la facultad de designar ese cargo en la CIDH le corresponde al Secretario General, asimismo, el comunicado de la Almagro señala a la CIDH que las denuncias eran conocidas en esa instancia pero que nunca las dieron a conocer al órgano superior y les achaca una falta grave en ese sentido.
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«Lamentamos que la CIDH, a pesar de estar en conocimiento de decenas de denuncias (contra Abrao), en algunos casos por meses, no haya dado traslado de las mismas a la Oficina del Inspector General para su sustanciación, lo cual debió ser realizado en definitiva por la Secretaría General. Esta falta de tramitación es un duro golpe a su credibilidad. Obviamente, la seriedad y gravedad de las denuncias mencionadas y la necesidad de sustanciar las mismas no ha permitido otorgar el visto bueno correspondiente a esta designación como se hiciera en el año 2016», dice la oficina de Almagro refiriéndose a la no renovación de contrato de Abrao al frenfe de la CIDH.
Rife rafe entre Almagro y CIDH
En una verdadero fuego cruzado de señalamientos, tanto la oficina de Abrao en la CIDH como la instancia de Luis Almagro, se lanzan señalamientos entre legales y éticos que agitan la OEA. Por un lado, la CIDH advierte sobre el respeto a la presunción de inocencia de (Abrao) y a respetar la autonomía de esa organismo. La Secretaría General por su parte advierte que se garantriza la presunción de inocencia pero que no habrá impunidad.

«En este sentido, es inadmisible que se pretenda utilizar un informe institucional confidencial de la Ombudsperson o la información de que se estaría iniciando una investigación administrativa como fundamento de una decisión sobre la no renovación administrativa del Secretario Ejecutivo de la CIDH, en clara violación a los estándares reiterados del SIDH. La CIDH recuerda la jurisprudencia de la Corte IDH (Interamericana de Derechos Humanos), según la cual las garantías del debido proceso establecidas en el artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos son aplicables a todo proceso, inclusive el administrativo; en particular, el principio de la presunción de inocencia y de imparcialidad de la autoridad competente, a efectos de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto que pueda afectarlos, sea este de naturaleza administrativa o disciplinaria», dice enérgicamente la CIDH en su comunicado.
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La Secretaria General le contestó que «la presunción de inocencia ha sido asegurada, así como que no hay impunidad ni indefensión respecto a denuncias de violación de derechos de las funcionarias y los funcionarios dentro de la CIDH ni en ninguna oficina de la Organización. No mientras sea Secretario General. Es completamente falta de ética y repudiable pretender generar confusión respecto a lo que constituye la responsabilidad y rendición de cuentas funcional individual de uno o más funcionarios y lo que constituye la autonomía de la CIDH», ripostó la oficina de Almagro.
Así mismo, en su comunicado, el Secretario General Almagro le pide a la CIDH que retomen el dialogo que interrumpieron unilateralmente el lunes pasado.
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