La Policía orteguista impartió un curso policial a 41 efectivos varones y 9 mujeres de distintas delegaciones municipales del país, denominado Curso de Técnicas de Intervención Policial para Jefes de Municipios.
“Este no es ni el primero ni el último curso que se imparte en la Dirección de Operaciones Especiales Policiales para capacitar mejor a nuestros policías, para seguir trabajando en la prevención de la delincuencia, del crimen organizado, de la violencia, en el territorio nacional”, dijo el comisionado Jaime Vanegas, inspector general de la institución represiva, según lo recoge el portal oficialista El 19 Digital.
Por su parte, el jefe de la Dirección de Operaciones Especial Policiales (DOEP), Justo Pastor Urbina detalló que con este curso “consolidamos las materias de legislación policial, doctrina policial, vigilancia y patrullaje, preservación de la escena del crimen, explosivo, armas y tiro, topografía, control de multitudes, planificación operativa, táctica militar y base fundamental del mando de las tropas como es el trabajo consecutivo del jefe”.

La experta en temas de seguridad Elvira Cuadra considera que con la difusión de estas fotografías «es bien clara la imagen de cómo se percibe la institución en el sentido de que estás preparando un aparato de policía, armado con fusiles, mientras, en la misma simulación, del otro lado lo que tienen son personas con botellas de agua; es la representación que ellos mismos están divulgando. Eso hace énfasis en preparar un aparato de policía para seguir realizando acciones de represión en contra de la ciudadanía y para sostener el estado de excepción de facto», interpretó Cuadra.
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La especialista también comentó que con esta publicidad que se hace el brazo represivo de la dictadura busca mandar «un mensaje para atemorizar a la gente, decir que ellos están preparados, están listos (para reprimiri), y eso es un mensaje de intimidación. Ellos lo han hecho en ocasiones anteriores cuando en el 2018 y 2019 publicaron también unos videos y donde hablaban por ejemplo, igual que ahora, de policías preparándose en técnicas militares.

Táctica militar fuera de la naturaleza de la Policía
Sobre esa declaratoria del jefe de la DOEP de preparación en «táctica militar», Cuadra considera que ese tipo de preparación «no tiene ninguna relación con la razón de ser (de la Policía), con lo que está establecido en la ley porque la táctica militar corresponde a una institución militar, pero no a una institución policial, y está más que claro ya a nivel mundial que la técnica y la formación militar es completamente diferente de la técnica y de la formación policial, porque la formación policial está más relacionada con la interacción de la fuerza policial con los ciudadanos, mientras que el sector defensa, que es el sector militar tiene otra naturaleza, otras misiones, y por lo tanto tiene otro tipo de formación».

Cuadra resaltó que es también llamativo que en la lista de temas que se impartieron en el curso, por ningún lado aparece el respeto a los derechos humanos, «que es un principio de actuación fundamental y un pilar fundamental de todas las policías en el mundo. Además ellos lo tienen su ley», insistió la estudiosa en temas de la Policía.
Entrenan con armas letales
Finalmente, la especialista considera que las fotos también revelan una actuación policial ilegal, porque se entrena con fusiles AK-47, para el «control de multitudes», un armamento letal que está prohibido legalmente para la dispersión de disturbios o manifestaciones.
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«El AK está considerada un arma de guerra, a diferencia de las escopetas (que son las que pueden ser adaptadas para disparar bombas lacrimógenas o dispositivos de sonido)», explicó.

El artículo 148 de la Ley 510 establece en el inciso XI que «se prohíbe a la Autoridad de Aplicación de la presente ley, utilizar en protestas de caracter social y en enfrentamiento a grupos de manifestantes en situaciones de alteración al orden público, armas de fuego o municiones letales o con alto grado de letalidad, que pongan en riesgo la vida humana».
Cuadra recordó que esta disposición se aprobó después de la muerte de estudiante universitarios que fueron ultimados por la Policía en las protestas por el 6% durante la década de los 90. «Es decir, en esa prohibición hubo una razón política», insistió.