La comisionada y segunda vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Antonia Urrejola, participó del lanzamiento del equipo interdisciplinario «Monitoreo Azul y Blanco» que en Nicaragua ha documentado un total de 10,360 incidentes desde el 18 de abril de 2018 producto de la represión desatada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo Murillo, que incluye agresiones, amenazas y hostigamiento contra opositores.
La defensora de derechos humanos Urrejola destacó el trabajo que ha realizado el equipo interdisciplinario en Nicaragua y dijo que «tiene una perspectiva de memoria y verdad de las víctimas». A la vez, la comisionada afirmó que «a veces el derecho a la verdad demora en llegar, pero termina llegando».
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«Para nosotros la CIDH es muy fundamental porque no tenemos funcionarios en los distintos países, con respecto en Nicaragua, el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) tenía posibilidad de trabajar con las víctimas cuando pudo visitar el país. Quiero felicitar la labor que han hecho, la labor, un trabajo muy valiente en un espacio de represión (…) tenemos a un Estado que no nos responde a las solicitudes de información y que se niega a juzgar», mencionó Urrejola.


Más adelante remarcó que el Monitoreo Azul y Blanco demuestra detalladamente los «patrones de las violaciones de los derechos humanos y las formas de represión», que, según Urrejola, permite a la CIDH «tomar medidas y estar más atentos cuando vienen fechas conmemorativas para reaccionar en tiempo real».
El equipo multidisciplinario destaca entre los principales represores del régimen a: la Policía Nacional, el Sistema Penitenciario, grupos paramilitares, el Poder Judicial y hasta el Ejército de Nicaragua. Los representantes de ese grupo detallaron que han documentado más de 2,000 detenciones arbitrarias, arriba de 1,500 amenazas, hostigamientos, más de 500 judicializaciones y asesinatos.
Urrejola recomendó a los que conforman el equipo disciplinario tener cuidado con testimonios no fundamentados y a la vez les instó a continuar en la lucha. «Las víctimas, familiares y sociedad tienen derecho a la verdad (…) Hay patrones clarísimos en Nicaragua que es la criminilización de los derechos humanos, hay que denunciarlos, merecen justicia y reparación. Están generando pruebas y archivos para que el día de mañana exista justicia», concluyó Urrejola.
La titular del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, añadió que «los datos presentados permiten reafirmar el compromiso de buscar la verdad y justicia (….) es la realidad lo que ocurrió a finales de abril de 2018. Es una lucha de defensa de los derechos humanos lo que movilizó a los nicaragüenses».