Por Iván Pavel López
La esencia de la política es el poder; la esencia del poder es la política. Desde la antigüedad es el camino tradicional del poder es la política. En realidad, el poder es a los políticos como la luz del sol a las plantas.
Lo que hacen los políticos con el poder varía, pero la aspiración a poseerlo es un rasgo fundamental que tienen en común, recordando a Max Weber dijo hace un siglo “el que se dedica a la política lucha por el poder, bien como medio para lograr otros fines, ideales egoístas, o bien para alcanzar el poder por el poder, es decir, para disfrutar del sentimiento de prestigio que el poder confiere.”
Bajo esta premisa analicemos la arena de la contienda política actual, las elecciones ya están convocadas para el 7 de noviembre de 2021, por mucho que se señale por sus graves actuaciones al Consejo Supremo Electoral es el actual árbitro electoral y ya está haciendo el llamado a la contienda.
Por tanto, el Frente Sandinista se enfocará en lo que mejor sabe hacer: estructurar verticalidad, dar órdenes, usar ese discurso desgastado antiimperialista para darle calor a las bases de la militancia de guerrilleros que no saben más que empuñar armas y vitorear una revolución que nunca ganaron si no que ha sido por el mismísimo apoyo del señor Jimmy Carter.
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Esos mismos que son operadores en diferentes instituciones y Poderes del Estado, que no tienen preparación ni cultura, pero son orgullosos militantes de la causa del crimen y no les importa ser amorales, esos que son militares de medallas sin haber estudiado en academias militares, deben sus rangos a la investidura cubana o a las fuerzas policiales que crearon un escalafón sin pasar por mayor preparación que disparar un arma contra otro ser humano, también están los ejecutores de la ley que ostentan magistraturas y parece que usan una toga que cubre la ropa de carnicero como en la Revolución Francesa que su papel es accionar la guillotina.
¿Quiénes son los contendientes?
A este escenario de contienda nos permite repasar quiénes son los contendientes opositores, partidos políticos que son las facciones de roedores debajo de la mesa, desde conservadores, social cristianos-demócratas hasta supuestos liberales que han sido consortes del partido de gobierno, basta repasar de dónde son asesores o los curules que ocupan, o los pioneros políticos que se montaron en el nombre de asociaciones y se volvieron ciudadanos libertarios que se rasgan las vestiduras y reaccionan ante la injusticia a través de pronunciamientos y conferencias de prensa para demostrar liderazgo, rostros populares solamente en redes sociales que confunden seguidores con apoyo de un tendido electoral a nivel nacional, parece que olvidaron que en dichas redes su impacto es aún limitado en comparación a llegar a zonas rurales alejadas donde la radio es el medio de comunicación masiva.


En otras palabras están esperando en qué barco montarse a la espera de ver qué cae de la mesa para comer, esos mismos formados en el cromosoma perverso que existe en la cultura política nicaragüense, la cultura indígena (caciquismo y pensamiento mágico) y del conquistador (cultura de la violencia) con el amparo de los grandes capitales que operan como los hacendados en el tiempo de las bananeras para seguir influyendo al mejor estilo de Macondo.
Es increíble que luego de la primavera de abril de 2018 personajes que no han hecho nada más que un show mediático orquestado para ser filmados y aparentar ser intimidados, pero no fueron sometidos como a otros a cárceles, derepente huyeron y regresaron como grandes galanes a exigir su puesto político y es fácil reconocerlos puesto se percibe quien puede ser candidato a diputado porque puede gritar en contra del partido de gobierno y no recibe ni una sola ofensa mientras otros son ultrajados por las fuerzas uniformadas de carácter Ortega-Murillo.
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Ante este panorama de degradación política qué se puede hacer: comenzar a reestablecer la confianza que nos aproximamos al tema toral que son las elecciones, dejar de creer en la oleada de innovaciones de los piratas políticos, aprender a asociarse entre los grupos cercanos no para hablar solo de organizarse, sino hacerlo con el objetivo de incentivar a estar preparados y encontrar nuevas vías para que los ciudadanos puedan participar de verdad en procesos políticos, buscar desde ya a esos partidos que emergen y ejercer control desde las bases y tener el valor de cuestionar al líder dejar de ser obedientes.
Las elecciones 2021 tienen una envergadura sin igual, puesto que es luchar contra 40 años de gobierno de un grupo de bandoleros y ladrones que secuestraron la nación, es el momento de crear un activismo comprometido, para devolver a la sociedad una respuesta y no dejar perder ese abril 2018, esa revolución pacífica tenga un desenlace positivo, lograr un cambio verdadero en la historia de Nicaragua.
Es hora de reinventar todas las instituciones políticas es hora de buscar la democracia y verdaderos representantes, es hora de volver la libertad no solo una expresión sino una práctica porque recuerde que “solo el pueblo salva al pueblo.”