Con la compra de 100 mil pruebas rápidas de detección del COVID-19 y unos 37 tipos de medicamentos utilizados para tratar el virus, entre ellos la cloroquina, el gobierno de Daniel Ortega estaría reconociendo la gravedad de la pandemia en el país y prevé una ola de contagios, ante la falta de medidas de prevención adoptadas por su misma administración, aseguran médicos independientes.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, informó sobre esta solicitud realizada por la dictadura de Nicaragua, con el que estaría abasteciendo de equipos médicos las unidades de salud pública. Aguerri llamó al gobierno a informar sobre cuál será el mecanismo a utilizar, dónde estarán disponibles las pruebas y garantizar que los resultados sean entregadas por escrito.
El doctor José Luis Borgen, miembro de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN), expresó a Artículo 66 que esta compra es producto de la presión internacional y las denuncias de médicos independientes y organizaciones como el Observatorio Ciudadano COVID-19, que desde el inicio de la pandemia han evidenciado la gravedad del virus.
«La compra es tardía, porque desde enero se ha estado hablando que la pandemia iba a ser un problema en Nicaragua y prácticamente es seis meses después que el gobierno está dando muestras de querer lograr entrarle al problema. Al mismo tiempo, con la compra de estos medicamentos el gobierno está reconociendo tácitamente la gravedad real del virus», manifestó Borgen.
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Sobre la compra de 1.9 millones de tabletas de cloroquina de 250 miligramos, que estarían siendo utilizados para atender a unos cien mil pacientes, José Luis Borgen asegura que este medicamento ya fue proscrito por la Federación de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) como tratamiento para pacientes con COVID-19.
«Ya lo debieron haber quitado. El que lo sigan insistiendo solamente se explicaría si lo quisieran utilizar para el control de otras enfermedades como la malaria o para pacientes con otras enfermedades donde se puede utilizar la cloroquina. Los estudios demostraron que la cloroquina no mejora la condición de los pacientes con coronavirus y más bien puede ocasiones reacciones graves adversas en algunos pacientes a los que se le ha dado».
Prevén una oleada de COVID-19
El médico independiente Alejandro Lagos manifestó que desde semanas atrás ha venido insistiendo que en Nicaragua se prevé una oleada de contagios, ante la falsa normalidad que se vive en el país y que se cree que el coronavirus está disminuyendo. El galeno explicó que esto se debe a la incidencia silenciosa, que significa que la población se está atendiendo desde sus domicilios, cuando no requieren de hospitalización.
«Ahora lo que ellos quieren es detectar el caso antes que se vuelva contaminante, y eso solo lo van a lograr haciendo muestras. El gobierno va a tratar de ganar confianza y el Minsa se debe de preparar para darle buen uso a estas pruebas».


En ese sentido, ambos médicos cuestionaron sobre qué hizo el gobierno con las 26 mil pruebas donadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). «Debe de transparentarse toda la ayuda que está recibiendo el gobierno, porque no se sabe en qué quedaron las donaciones que hizo el BCIE. Hasta la fecha no sabemos cómo se usaron, dónde se usaron y con qué criterios», refutó Borgen.
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El presidente del Cosep recalcó la importancia que el gobierno continúe importando estas pruebas de PCR, ya que permite llevar una secuencia ininterrumpida en la realización de las mismas. Las cien mil pruebas que van a recibir las autoridades en los próximos días darán cobertura para los próximos tres meses y 10 días, en caso de que se apliquen mil pruebas diario.
«Ya estuviera pidiendo otra cantidad similar para que cuando estas pruebas vengan estemos con un proceso continuo. Recordemos que cien mil pruebas en una población de seis millones de habitantes, pues obviamente es algo pequeño».