El 18 de marzo de 2020, tras registrarse oficialmente el primer caso de COVID-19 en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega anunció con bombos y platillos la llegada de una delegación de médicos cubanos, que estarían realizando «trabajos de prevención» para combatir el virus. Cuatro meses después, los galenos se retiraron del país sin pena ni gloria, porque nadie sabe qué hicieron exactamente para enfrentar la pandemia.
El doctor José Luis Borgen, de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN) afirma que la brigada «vino a hacer censos poblacionales para detección de enfermedades crónicas, pero en el contexto de la pandemia al parecer hicieron un boom propagandístico para decir que estaban recibiendo ayuda de Cuba. En cuanto al interferón no se ha producido en Nicaragua, no hay capacidad para producirla».
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El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), a través de su presidente José Adán Aguerri, informó que el régimen de Daniel Ortega hizo una solicitud de «oferta de bienes» sobre equipos médicos para el abastecimiento a hospitales públicos, en los que incluye unas cien mil pruebas rápidas de PCR, para la detección de COVID-19 y un millón 900 mil tabletas de cloroquina.


Aguerri señaló que esa cantidad es poca si se saca relación con los casi siete millones de nicaragüenses que están en riesgo por la pandemia. Igualmente, demandó transparencia, en especial, sobre los resultados que arrojarán las pruebas. Asimismo, demandó a la dictadura de Ortega que les permita a los laboratorios, hospitales y clínicas del sector privado la importación de equipos y medicamentos necesarios para atender la emergencia sanitaria.
El Cosep también se pronunció sobre la ampliación que hizo el Consejo Supremo Electoral (CSE) para que los partidos políticos soliciten su personería jurídica. Los empresarios calificaron esa orden como «un precedente nefasto y peligroso al utilizar una resolución administrativa para reformar la Ley Electoral, lo cual viola los principios de supremacía constitucional y de legalidad» e insistieron en que esos cambios no garantizan elecciones generales libres y transparentes.
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El sector estudiantil de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) demandó a la Coalición Nacional que el 50% de esa estructura la conformen jóvenes. La propuesta es que se abran cuatro espacios para los representantes juveniles por parte de la UNAB, Alianza Cívica por las Justicia y la Democracia (ACJD), Movimiento Campesino y los partidos políticos.
Para eso, demandan que cada partido político y estructura de la sociedad civil tengan «tres miembros de participación juvenil, un joven en un rango de edad de 20 a 27 años, otro de 28 a 35 años y una persona adulta que ellos consideren apta para dicho cargo».
El régimen de Nicaragua, por medio de su vocera Rosario Murillo, anunció que en vista que el 19 de julio cae en domingo, el Ministerio del Trabajo ordenó que el lunes, 20, se declare feriado con goce de salario para los trabajadores públicos.
Por qué la gente está excéptica ante la coalisión Nacional? Porque han politizado el problema social de Nicaragua. Eso le permite al orteguismo, amplia superioridad política; no por que tenga adeptos, (porque los que tiene son pagados), si no, porque es el escenario ideal para él en una contienda electorera.
Han caído en la trampa política y como son ambiciosos de poder, no le permiten a la juventud hacer su lucha cívica y botar a éste régimen SIN ELECCIONES. Nada hacen ahi, sino estorbar, los FUNIDES, COSEP, AMCHAM, cuya presencia obedece a evitar que se les pase las facturas que tienen pendientes ante el pueblo por haber sido parte intima de la corrupción y despojo que le hicieron al pueblo. Ellos fueron, por jugosas consesiones, los que permitieron que éste régimen pisoteara la constitución, corrompiera y politizara los poderes del estado, secuestrara la policía y el ejercito a base de saqueo económico juntamente con esos actores que mencioné y que ahora son los abanderados de la oposoción.
Muy buena la demanda de las y los jóvenes. Ellos y ellas son por ejemplo un sector mucho más grande que el grupito de nombre COSEP que tiene una influencia grande grande, sólo (!) por tener más plata (que no debe ser un criterio, ¿verdad?).