La adolescente de 14 años que fue alcanzada por una bala en su rostro el 16 de febrero, tras un nuevo ataque de colonos a la comunidad miskita de Santa Clara está siendo atendida en el Hospital Oswaldo Padilla, de Waspam. Sin embargo, urge ser trasladada de emergencia a un centro asistencial de Managua.
El defensor de derechos humanos y exiliado en Costa Rica Jhoswel Martínez señaló que la menor de edad necesita ser atendida con emergencia por un cirujano maxilofacial, que pueda reconstruir la parte de su rostro y dentadura que quedó destruida debido al impacto. En el hospital de la localidad no cuentan con un especialista. «La niña actualmente se encuentra únicamente bajo el sustento de suero, ya que la bala destruyó su dentadura y no puede comer nada. Está en una situación delicada. Ella tiene que llegar de urgencias a un hospital capitalino, pero no hay un medio para hacerlo», manifestó Martínez en su cuenta de Twitter.
??@cenidh CONDENA ENÉRGICAMENTE el ataque de colonos, (registrado el 16 de febrero 2020) a miskitos de la comunidad Santa Clara, territorio Wangky Twi Tasba Raya, Waspán Río Coco, de la (RAAN). /➡️Abrimos hilo⬅️/
— Cenidh (@cenidh) February 18, 2020
En esa línea, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó el ataque, a través de un comunicado, en el que resaltó que esos actos de violencia «atentan contra la vida, la paz y la seguridad de las comunidades indígenas» y demandó al régimen orteguista que adopte todas las medidas «inmediatas» para la pacificación de la zona en riesgo, lo que implicaría «sanear los territorios, erradicar la violencia existente, proteger y garantizar el respeto a la vida, integridad personal, territorial y cultural en favor de los pueblos indígenas».
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Rosario Murillo utilizó nuevamente su poder para “burlarse” del sufrimiento y la memoria de los ciudadanos asesinados por sus fuerzas armadas en el contexto de la crisis sociopolítica, según señalan los opositores a la dictadura. Esto debido a que la vicedictadora de Nicaragua declaró el 26 de febrero, Día Nacional de las Artes y la Cultura Popular en honor a Monimbó, localidad con la que el régimen se ha ensañado por haberse levantado y protestar en su contra. El diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) Jimmy Blandón manifestó que esto demuestra que el Gobierno se “mantiene en la postura dictatorial de minimizar los efectos de la represión y querer actuar como si Nicaragua está normal, es un indicativo claro que no piensan entregar el poder, para que podamos democratizar el país. Todos sus actos y esfuerzos desconocen la barbarie que están cometiendo”.
Por segunda ocasión, el juez orteguista de distrito de juicio de Masaya William Howard López suspendió el juicio en contra de los presos políticos originarios de Masaya Gabriel Ramírez, acusado de tirar una bomba de contacto a la casa de una simpatizante de la dictadura, y Denis Javier Palacio, a quien señalan de supuesta tenencia y fabricación de bombas de contacto y de lanzar un explosivo en la comarca de Pacaya. La defensa de los acusados resalta que una de las anomalías en el proceso fue la incorporación de policías como intérpretes, lo que califican como una maniobra mal intencionada de la dictadura. “Como no puede venir el perito y la Fiscalía no tiene más testigos, el intérprete lo que hace es actuar como testigo y no como alguien que analiza las pruebas de la Fiscalía. Es arbitrario lo que se está haciendo en contra de estos dos ciudadanos, porque se está buscando la forma de encontrarlos culpables, sabiendo que son inocentes”, dijo el abogado Julio Montenegro.
La también coordinadora de comunicación del régimen, Rosario Murillo, publicó en sus medios oficialistas una carta titulada “amor que todo lo puede, amor que siempre vence”, en la que ataca a los nicaragüenses que se rebelaron contra su dictadura en abril de 2018, y los señala de “terroristas”, Asimismo, arremete contra la empresa privada, por la pérdida de empleos como consecuencia de la crisis política. “Nadie puede olvidar, quienes despidieron a más de 160, 000 trabajadores de sus empresas privadas; quienes aprovecharon para cerrar negocios, fracasados desde antes, por malas prácticas y corrupción visible e invisible”, escribió la portavoz del gobierno en su escrito de “amor”. Murillo destaca que el comportamiento del gran capital fue “cínico” porque dijeron mentiras para “volar con capitales a lo que ellos creían paraísos”.