En la homilía del domingo, 19 de enero de 2020, monseñor Rolando José Álvarez hizo un llamado al pueblo y al Gobierno de Nicaragua a ser humildes y trabajar por encontrar un acuerdo que beneficie a todos los nicaragüenses.
“En la sociedad nicaragüense necesitamos revestirnos de humildad; el Gobierno necesita revestirse de humildad y reconocer que están necesitados de un acuerdo, pero para eso hace falta ser humilde de lo contrario, no querés reconocer que te urge un acuerdo nacional y entonces para vos eso es dar tu brazo a torcer; entonces para vos es ceder, el rey ceder la reina. Es no dar el jaque mate que te lo puedan dar a vos, no podemos dejar el futuro ni el presente de Nicaragua en un juego de ajedrez o solamente de estrategias políticas”, dijo el religioso.
También, invitó a los interlocutores de ambos bandos a ser humildes para poder lograr la unidad y la paz, a no actuar con prepotencia para llegar a acuerdos que beneficien al país. “Y los que podrían ser los interlocutores del Gobierno en ese acuerdo tienen que llenarse de humildad también, llenarse de humildad para evitar radicalismos extremos, descalificaciones, divisiones, intereses de grupos sociales políticos y económicos que muchas veces se anteponen al interés mayor que es Nicaragua; bienes inferiores que se anteponen a bienes superiores que es Nicaragua.
Humildad para evitar protagonismos, humildad para buscar consenso. Humildad para presentarse responsable y formalmente como una opción de interlocución de un acuerdo del que estamos urgidos los nicaragüenses, humildad para reconocer que hay una responsabilidad con la historia de este país, una responsabilidad con el pueblo de Nicaragua; humildad para escuchar para que escuchen al pueblo, a los obreros, a los campesinos, a los más pobres, al trabajador, a la ama de casa, al estudiante, al joven, al hombre, a la mujer de a pie, de la calle, del bus; al que se gana el pan de cada día con el sudor de su frente, humildad, humildad para escuchar el clamor y el gemido del pueblo, todos necesitamos de humidad”.
Recomendó a los grupos de poder la necesidad de reconocer “que no son ellos los que tienen la última palabra” y que necesitan la ayuda de todos los actores en la sociedad.
“Los grupos de poder sociales, políticos y económicos, humildad para reconocer que no son ellos los que tienen la última palabra, que ellos son importantes que necesitan aportar su granito de mostaza, pero que no tienen la última decisión en el destino de nuestra patria, para eso se necesita humildad para reconocer que aunque se tenga ese poder social, político y económico se usa con la sencillez del que sabe que solamente tiene parte en la verdad, pero no toda la verdad; humildad a esos grupos de poder para que den libertad a los que los representan, humildad para ser libres y entonces dar de lo propio”, expresó monseñor.
Cuanta razón tiene, depongan todos los intereses personales y luchemos por la democracia, si no nunca nos libraremos del yugo.