En la homilía del domingo, 12 de enero de 2020, monseñor Rolando José Álvarez, de la Diócesis de Matagalpa, invitó al pueblo de Nicaragua a no ver a los adversarios políticos como enemigos y que entre las diferencias logren la unidad que necesita Nicaragua para poder salir de la crisis sociopolítica que inició en abril de 2018.
“Hermanos y hermanas, en Nicaragua no es tiempo de vociferar, no es tiempo de alzar la voz y el tono para gritar y ofender a los demás. No es tiempo de tratar al adversario político como alguien que hay que eliminar. En Nicaragua, no es tiempo de quebrar la vara que ya está rota, no es tiempo de apagar la mecha que apenas humea; es tiempo de vivir la justicia que en Dios es su reino, sus valores, el encuentro, viéndonos como hermanos hijos de un mismo padre y de una misma patria”.
El jerarca resaltó que las personas que creen que en Nicaragua es tiempo de ofender están totalmente equivocadas, porque es momento de buscar una solución. Recomendó “bajar las defensas y vivir el encuentro de la humildad” para llevar a los ciudadanos por el camino correcto que es la solución pacífica.
“Es el tiempo en medio de la crisis de permitir que surja un nuevo horizonte. La crisis si nos atenemos al griego de donde procede el término significa juicio, alternativa y opción; es decir, toda crisis es una posibilidad para crecer, toda crisis es una posibilidad para resurgir, toda crisis es una posibilidad de resucitar; por eso Nicaragua tiene, en este momento, la gran oportunidad histórica que nunca había tenido con tanta fuerza como hoy para crecer, para resurgir y resucitar”.
Además, llamó al pueblo de Nicaragua actuar con sencillez y humildad ante la situación del país para encontrar el camino a la paz y la justicia.