La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) extendió las medidas cautelares al profesor universitario y exprisionero político Ricardo Baltodano, quien fue incluido en la lista desde el 2018, luego que la dictadura emprendiera una campaña de asedio y hostigamiento en su contra y la de su familia. Para el organismo internacional la vida y seguridad de Baltodano continúan en riesgo.
La CIDH señala que el profesor y activista sufre asedio policial en su vivienda desde octubre de 2019. «La información disponible permite indicar que la casa del señor Baltodano tendría fuerte presencia policial bajo una modalidad por turnos durante el transcurso de los días y por diversos espacios de tiempo (…) Los agentes policiales estarían vigilando directamente la casa del propuesto beneficiario y tomándole fotos a manera de registro de su domicilio».
Según la instancia internacional, estas acciones han obligado al exreo de la dictadura a permanecer encerrado sin poder salir debido a la presencia constante de los uniformados frente a su casa.
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«Al momento de otorgar tales medidas cautelares, la Comisión identificó que el señor Baltodano estuvo expuesto a eventos de riesgo que incluían disparos a su casa habitación, seguimientos, y amenazas, siendo posteriormente detenido en septiembre de 2018».
Ante esa medida de seguridad impuesta, la Comisión exhortó al régimen de Daniel Ortega a respetar los estándares establecidos por el derecho internacional de los derechos humanos y resaltó que la situación de riesgo que sufre Baltodano «reúne los requisitos de gravedad, urgencia e irreparabilidad contenidos en el artículo 25 de su reglamento».
El último asedio que recibió Baltodano fue el cinco de enero de 2020, donde una patrulla de la Policía orteguista se apostó en las afueras de su vivienda con varios uniformados que se dedicaron a tomar fotografías.
«Vinieron y parquearon la camioneta frente a mi casa unos 20 minutos, tomaron fotos de mi casa, colocaron tres conos fosforescentes desde el frente de mi casa hasta la esquina. Se fue la camioneta y dejaron a tres agentes. Esta es una calle, donde la circulación de vehículos es casi nula, es un mecanismo de asedio y de control de mi vida», denunció en ese momento Baltodano.
El docente fue puesto en libertad el 11 de junio de 2019 mediante la criticada Ley de Amnistía. La dictadura lo acusaba por los delitos de terrorismo, secuestro, tortura, asalto, incendio, destrucción de instituciones públicas y privadas, amenazas y lesiones en perjuicio del Estado de Nicaragua y había sido capturado en septiembre de 2018.