El Parlamento Europeo aprobó con 560 votos a favor, 12 en contra y 43 abstenciones una resolución contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la que llaman a la dictadura a “acabar con la represión de la disidencia y al actual modelo de detenciones arbitrarias, tortura y violencia sexual”. Igualmente, insisten en el desarme de paramilitares al servicio de la tiranía y exigen la liberación de los presos políticos, entre ellos; la ciudadana belga-nicaragüense, Amaya Coppens.
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La Cámara, igualmente, solicitó que se envíe “cuanto antes” una delegación de parlamentarios para dar seguimiento a la grave crisis que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018. Desde ya, hicieron un llamado al régimen a que permita la entrada de la comitiva sin ningún tipo de restricciones. Asimismo, los eurodiputados consideran que “debe activarse la cláusula democrática del Acuerdo de Asociación celebrado UE-Centroamérica y suspender a Nicaragua del mismo”. Recalcaron que el respeto y los principios del Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos son parte fundamental de la política exterior comunitaria” y pidieron se agilice la lista de posibles sancionados en los que incluyen a la pareja presidencial.
Tras la resolución del Parlamento Europeo, algunos especialistas aseguran que la decisión que tome la familia Ortega-Murillo puede beneficiar a los ciudadanos o empeorar la situación; es decir, que existe la posibilidad de que cumpla con los acuerdos firmados con la oposición o que “lleve hasta el límite” al país. El exembajador Bosco Matamoros dijo que “para el 2020, está ese huracán (al referirse al avance de la iniciativa) porque ya la parte Ejecutiva de la Unión Europea estableció un marco de referencia en el Departamento Europeo, que es donde se dan estos grandes pronunciamientos y ya se pronunció”. Además, remarcaron que esta acción podría traer otra enemistad más al régimen, porque ya Estados Unidos y Canadá los han castigado y ahora se sumaría Europa.
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Después de ser retirada de su cargo como representante permanente de la dictadura de Daniel Ortega ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Ruth Tapia Roa, en su última intervención ante ese organismo, dejó entrever que el régimen le otorgará otro puesto importante en la diplomacia. La tiranía la removió sin dar detalles de la decisión, tras cumplir tres meses como embajadora.
«Como diplomática me toca ahora asumir nuevas responsabilidades que me ha encomendado mi gobierno y estoy segura de que en el camino de la vida nos volveremos a ver muy pronto. Agradezco a los secretarios de las diferentes dependencias de la organización que tuvieron la gentileza de recibirme y compartir la importante labor que realizan», manifestó Tapia, quien ha desempeñado cargos importantes a nivel internacional, esto como premio a su fidelidad contra las graves violaciones de derechos humanos cometidos por la tiranía, particularmente desde abril de 2018. Sin embargo, durante su corta estadía en la OEA no logró frenar las sanciones y señalamientos de este organismo contra el dictador Daniel Ortega.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a través del Balance Preliminar de las Economías 2019, redujo la proyección económica de Nicaragua con referencia al Producto Interno Bruto (PIB) a -5.3%. Según economistas nicaragüenses, la reducción implica “mayor sufrimiento en términos económicos y sociales para los ciudadanos, que se traduciría en más desempleo y pobreza”. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) aseguró que la “Cepal está encontrando que la crisis económica se está profundizando y extendiendo más de la cuenta, ya que el gobierno está empecinado en no buscar una solución política a la crisis que atraviesa el país”.