La Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal Leopoldo Brenes, convocó para este jueves, 21 de noviembre, a una “jornada de oración y reparación” debido a la escalada de persecución religiosa que ha emprendido el régimen dictatorial de Daniel Ortega contra la Iglesia católica de Nicaragua.
“La Arquidiócesis de Managua quiere reafirmar su fidelidad a Jesucristo, al Evangelio de la vida y la dignidad de la persona humana; su opción pastoral es ser una Iglesia cercana y samaritana junto al pueblo de Dios, aún en los momentos más críticos”, manifiesta el comunicado eclesiástico.
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Para la Arquidiócesis, “esta opción ha sido una constante durante la historia en Nicaragua y la asumimos conscientes que peregrinamos con esperanza ‘entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios’”, subraya el escrito, que manifiesta que ante las agresiones y el odio, la Iglesia siempre responde con amor y perdón.
La jornada se enmarca dentro de las tradicionales misas de los jueves, que entre los católicos de Nicaragua son conocidas como misas del Santísimo, donde después de la liturgia eucarística se pone en adoración la hostia consagrada en una custodia que posteriormente es bajada del altar para salir en procesión con él, ya sea dentro de los templos o fuera de ellos.
En Catedral Metropolitana de Managua, templo profanado por las turbas de la dictadura el lunes; 18 de noviembre, la jornada de oración y reparación será presidida por el arzobispo de Managua Leopoldo Brenes. Según el programa proporcionado por las autoridades eclesiásticas, se orará “en reparación por la profanación en la persona de obispos, sacerdotes y religiosas que han sufrido vejámenes” por parte de partidarios fanáticos del gobierno de Daniel Ortega.
Asimismo, en todos los templos católicos de los departamentos de Managua, Masaya y Carazo en horas de la tarde se realizará un viacrucis penitencial y posteriormente una misa de reparación “por las ofensas y profanaciones del Santísimo Sacramento” y “por la paz y la justicia en Nicaragua”.
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También se orará por el padre Edwin Román Calderón y el grupo de madres de prisioneros políticos que siguen en una huelga de hambre dentro de la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya; quienes desde el pasado jueves están viviendo un constante acoso por parte de policías, paramilitares y turbas del régimen orteguista.
“Por el respeto a la parroquia San Miguel de Masaya y las vidas de las personas que están ahí asiladas”, reza la petición de oración que se leerá en todas las parroquias del arzobispado.
“Ustedes no están solos”
Los obispos de Costa Rica emitieron un comunicado donde expresan preocupación por la creciente situación de persecución contra la Iglesia católica de Nicaragua, instigada por el régimen orteguista.
La alta jerarquía católica costarricense censuró “la violación a derechos humanos fundamentales” del pueblo nicaragüense y asumen con “sumo dolor la persecución, hostigamiento, agresiones, profanación de templos e irrespeto a la libertad religiosa y de conciencia, que ha sembrado el sufrimiento a tantos hermanos y sus familias”.
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Los líderes religiosos del vecino país del sur elogian la labor que desempeña la Iglesia católica de Nicaragua, asegurando que son un testimonio de “perseverancia y esperanza, siendo voz de los que no tienen voz, clamando por el cese de la violencia, la represión y transgresión de los derechos humanos de un país en general”.
La jerarquía católica de Costa Rica urgió al régimen de Ortega el fin del asedio contra el templo de San Miguel de Masaya y exhortó a la comunidad internacional a levantar su voz sobre la deriva totalitaria del gobierno de Managua.
“Es urgente cesen los hostigamientos y la persecución contra la Iglesia católica (…) Asimismo, que prevalezca el ordenamiento jurídico y que se impida la violencia de turbas fanáticas contra templos y personas en general. Es momento, también, para que la comunidad internacional se pronuncie”, finalizan los obispos costarricenses.