El cardenal arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, defendió su gestión ante la escalada de ataques contra la Iglesia católica que ha emprendido la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo asegurando que –como pastor – está cercano al sufrimiento de los nicaragüenses.
Visiblemente desencajado, Brenes apareció brindando una entrevista de corte complaciente en Radiotelevisión Católica de Nicaragua; donde aseguró que desde el primer momento mantiene contactos con el padre Edwin Román Calderón y las madres de prisioneros políticos que están cercados en la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya.
“Yo no soy hombre de querer sobresalir, que me aplaudan y cosas por el estilo. En primer lugar, como todos nosotros los nicaragüenses lo veo con mucha tristeza, con dolor; que nosotros los nicaragüenses nos estemos confrontando y a veces haciéndonos a un lado, descartando a unos y descalificando a otros. Estamos muy cerca, con nuestro presbiterio con todas las personas que sufren”, se justificó Brenes en la cadena televisiva de la Iglesia.
El arzobispo de Managua ha sido duramente criticado por su pasividad ante la escalada de los ataques que viene realizando la dictadura contra la Iglesia católica, sus sacerdotes y templos.
También ha recibido reclamos en redes sociales por su supuesta inacción ante el asedio que está viviendo el templo San Miguel de Masaya, donde el padre Edwin Román Calderón y un grupo de madres de prisioneros políticos se encuentran en huelga de hambre exigiendo la libertad de los reos de conciencia; y que están rodeados por policías y paramilitares orteguistas.
“De manera muy especial estamos viendo esas demandas que las madres están haciendo al gobierno en relación a sus hijos que están guardando prisión. (…) De una u otra forma trato de usar el teléfono para estar cerca de cada uno de los sacerdotes y de las situaciones que están viviendo. De manera muy especial con el padre Edwin en una conexión permanente y trato de darle ánimos de obispo hacia un hijo sacerdote”, explicó Brenes, saliendo al paso de los señalamientos que le exigían ir a Masaya a brindar su respaldo al párroco de la iglesia San Miguel y las madres de prisioneros de conciencia.
Brenes mencionó varias veces que su actitud es la de un “pastor verdaderamente cercano al sufrimiento de nuestro pueblo” y aseguró que todo el Episcopado nicaragüense está viviendo el aumento de persecución religiosa con mucho dolor y tristeza.
“Este servidor está ‘cerca de la jugada’, no ando para arriba y para abajo pero estoy llamando a uno y otro, haciendo contactos, solucionando esto y lo otro. Yo creo que a veces uno se ahorra tiempo así”, se excusó el arzobispo.
Arreció las críticas
Brenes aseguró que es “consciente de la situación” que vive el país, pero arremetió negativamente contra las redes sociales, afirmando que no todo lo que circula en ellas son verdaderas y puso por ejemplo el aplazamiento que él mismo realizó para asistir a una reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), de la cual ostenta la vicepresidencia.
“Yo valoré que como pastor tenía que estar aquí. Desgraciadamente hay algunas personas mal intencionadas que ya me hacían en Costa Rica (…) Yo estoy aquí en la Arquidiócesis atento a las situaciones que estamos viviendo tanto en la Catedral Metropolitana, como también en la parroquia San Miguel y también el acoso que se estaba dando en algunas otras parroquias”, fustigó Brenes, respondiendo de esta manera a un hashtag creado en Twitter que se preguntaba #DondeEstáelCardenalBrenes mientras turbas orteguistas irrumpían violentamente en Catedral.
El jerarca católico refutó nuevamente las críticas en redes sociales y aseguró que estaba en el país pendiente de la situación de la Iglesia. “Yo quiero desmentir esto que puso alguien de que yo estaba afuera y que estaba abandonando a la feligresía. Yo soy un pastor y ante las necesidades trato de estar dentro de mis limitaciones porque yo tengo muchas y dentro de ellas trato de estar muy pendiente de mis fieles, de manera muy especial de mis sacerdotes y de las religiosas que acompañan nuestro trabajo pastoral”.
“Nuestra fe es la oración”
Igualmente, hizo un llamado a los fieles católicos a redoblar la oración ante la persecución religiosa que atraviesa Nicaragua y manifestó que las parroquias de la Arquidiócesis de Managua estarán realizando jornadas “fuertes” de oración para que en la nación pueda existir un ambiente favorable para la paz y el diálogo que busque solución a la crisis sociopolítica, iniciada en abril de 2018.
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“Los obispos de la Conferencia Episcopal somos nicaragüenses. Somos pastores de todos los nicaragüenses que están en nuestras jurisdicciones (Diócesis) eclesiásticas y vivimos con dolor, tristeza y esperanza (…) Yo le haría un llamado a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que tengamos una campaña fuerte de oración para que esta situación que estamos viviendo y que a unos más y a otros menos, pero todos sin excepción alguna, nos está afectando”, finalizó Brenes.
respaldo las declaraciones del cardenal leopoldo brenes, recordemos ante todo que estamos siendo atacados por el mismo lucifer, estamos siendo atacados cobardemente por las acechanzas de ese espíritu maligno es momento que los sectores políticos definan las estrategias a seguir, recuerden que cuando hemos estado en momentos difíciles nos hemos arrimado a la sombra de nuestros obispos y sacerdotes, la iglesia siempre es la misma los que cambiamos somos nosotros, el actual dictador en el pasado siempre pidió la intercesión de la iglesia para que mediara por el hoy es a esa misma iglesia que esta atacando
Siento que la actitud del Cardenal aún es fría. Ahora más que nunca se siente la ausencia de Monseñor Silvio Báez. Estoy seguro que él desde el primer momento, hubiera estado al lado del Padre Román y de las madres en huelga de hambre en Masaya. Y si no, pregunto, cuando será que llegará el Cardenal a verlos? Nos está faltando un verdadero liderazgo en la Iglesia.