Después del acto registrado por el hijo de la pareja dictatorial Juan Carlos Ortega Murillo en las afueras del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) junto a su grupito de seguidores, que portaban una pancarta que acusaba a los empresarios de “somocistas” y “golpistas”, analistas y miembros de movimientos políticos señalan que dichas acciones son una estrategia para demostrarle a sus simpatizantes que ellos, la casta presidencial, también están en las calles luchando por su revolución. Otra de las lecturas es que la acción corresponde a la posibilidad de que estén perfilando a la “reencarnación de Somoza” a una posible candidatura.
Desde su cuenta de Twitter, el exdiputado liberal Eliseo Fabián Núñez destacó que “la aparición de Juan Carlos Ortega ayer (miércoles, 13 de noviembre), es la respuesta a la petición del sandinista Edén (Pastora) para la sucesión, esta ya está definida y no hay necesidad de asamblea, será un Ortega y ya”.
El nombre del movimiento es una declaración de guerra contra USA, mayo 4 es el día que Sandino inicio su guerra contra las tropas de USA en Nic. después de la firma del pacto del espino negro e 1927. 2/4
— Eliseo Fabio Nunez M (@eliseonunez) November 14, 2019
Núñez también resalta que las advertencias del “chigüín” son un recordatorio de guerra a los Estados Unidos porque el cuatro de mayo, a como ha nombrado a su movimiento, el general Augusto C. Sandino inició “su guerra contra las tropas de USA en Nicaragua, después de la firma del pacto del espino negro en 1972”.
En la misma publicación, el politólogo mencionó que la Nicaragua que propone la familia presidencial es donde la opinión del pueblo no vale y que si los ciudadanos quieren libertad deberán de ponerse a su mismo nivel, es decir, tomar las armas.
Muestran temor
De igual manera, la exguerrillera y miembro del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) Dora María Téllez subrayó que los Ortega-Murillo tienen temor, y que con estas acciones lo único que quieren demostrarle a sus simpatizantes es que ellos también salen a las calles a defender sus ideologías y que para ello se ampararán en las balas.
“Se suponía que el príncipe heredero era Laureano Ortega, el eventual sucesor de Daniel Ortega, después de la Rosario Murillo. Ahora quieren proyectar a este otro hijo y salió peor, porque esa presentación salió disparada y mostró una imagen de mayor debilidad y una imagen de una familia que se dedica a amenazar por la boca de sus propios integrantes”.
Por su parte, el exembajador Bosco Matamoros manifestó que estas maniobras son muy “desorbitadas” porque no reflejan una política de Estado. “Son acciones desesperadas” que impactan negativamente en la comunidad internacional.
“Aquí no sabés si estás en el oeste o en el siglo XVIIII. Este efecto es totalmente negativo para el gobierno y totalmente negativo para en la comunidad internacional. El Cosep no es enemigo del país y de ningún sindicato. Todos tienen derecho a expresar sus opiniones y vos no podés cortar eso. No se dan cuenta que en la globalización hay estándares y normas que se deben de respetar”, expresó Matamoros.
Es una iniciativa personal
El negociador y miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y Democracia José Pallais aseguró que Juan Carlos Ortega actuó de manera personal y que no cree que lo estén proyectando porque el régimen tiene mil formas “elegantes y consistentes” para presentarlo de una manera favorable. “Es una iniciativa personal fruto de la sofocación de ver que cada día están más solos”.
Desde la renuncia del exmandatario de Bolivia Evo Morales, los líderes y representantes del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) han llamado a su militancia a manifestarse en las calles y con violencia a mantener el poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo.