“Las empresas no pueden funcionar sin trabajadores, pero los trabajadores sí pueden trabajar sin patrones”, dijo el dictador Daniel Ortega a su militancia en el 43 aniversario de la muerte de Carlos Fonseca Amador. Además, celebró el cierre de empresas y el desempleo de cientos de nicaragüenses víctimas de sus reformas a la Ley de Concentración Tributaria y al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Ortega aseguró que los empresarios no quieren pagar impuestos y que han financiado el “terrorismo” y el “vandalismo” en Nicaragua. Dejó entrever que pueden confiscar empresas y que estas pueden seguir produciendo.
“Entonces que cierren y que se declaren en quiebra, ya vendrán otros a hacer el trabajo del que quebró. Enormes bancos han quebrado en el mundo capitalista, pero luego volvieron a recomponerse porque se rigen con las leyes y las normas. Para qué acumulan riquezas a costa de los trabajadores del pueblo y del hambre. Nosotros seguimos trabajando”.
De igual manera, Ortega desafió a los empresarios a meterse en política, dejar sus empresas y formar partidos políticos para participar en elecciones. “El empresario está para desarrollarse como empresa con las reglas que establece cualquier Estado para una empresa (…) Y aquí el único camino que tienen es ese. Trabajar dentro de las leyes del mercado que están funcionando en este país”.

“Grupitos de terroristas que son alimentados por estos empresarios”
Por otro lado, Daniel Ortega aseguró que los manifestantes que luchan por la democratización del país, la libertad de 139 reos políticos y elecciones adelantadas son “grupos terroristas”, “extremistas” que son financiados por los empresarios.
“No tienen que venir con el cuento de cuándo son las elecciones, que se vaya Daniel de la presidencia; son posiciones que tienen, si la tienen y son grupitos de terroristas que son alimentados por esos empresarios. Realmente aquí esos temas los hemos tratado de la forma donde ha prevalecido y tiene que prevalecer las leyes, las reglas y las normas de todo Estado (…) Ya demostró este pueblo que en aquella avalancha de terrorismo en abril (de 2018), se siguió trabajando y produciendo la tierra. Ahora estamos en una ruta que más bien debería de haber reflexión, pero son extremistas, se volvieron extremistas y piensan que hay que seguir en este tipo de confrontación; cuando el pueblo no quiere confrontaciones. El pueblo quiere paz, nadie quiere que se repita la historia de abril, son esquizofrénicos”.